El campo, a salvo
A pesar de las lluvias intensas en Chiapas, el campo no ha sufrido afectaciones que pongan en peligro las cosechas ni la seguridad alimentaria en el estado, dijo el secretario del Campo, José Ángel del Valle Molina, aunque reconoció afectaciones por las inundaciones, que son lamentables, pero no mayores y quienes hayan resultado dañados tendrán acceso a un seguro que previamente contrató el gobernador Juan Sabines para que en casos de siniestros los campesinos no se queden con los brazos cruzados.
Hay que reconocer que como se han hecho bien las cosas, no se está frente a un panorama desolador o ante una tragedia mayor, sino frente a un fenómeno que efectivamente ha causado daños, pero no tan devastadores como en otros tiempos o en otros gobiernos donde los campesinos se quedaban sin cultivos, sin casas, sin bienes y sin esperanzas. Ahora no, gracias a que se tuvo le previsión de la prevención y de asegurar no sólo a las familias chiapanecas, sino a los cultivos, las cosas son distintas y mejores.
El horizonte para el campo chiapaneco es amplio y prometedor aun en el contexto de las lluvias que no cesan y amenazan con extenderse hasta noviembre, como resultado de una política comprometida del gobierno de Juan Sabines Guerrero y del apoyo de la Federación, cuya decisión de jugársela con los chiapanecos se demuestra ahora con la designación de Carlos Pedrero, quien goza de la confianza del mandatario estatal y tiene enfrente un reto mayor y perspectivas para trascender en un ramo fundamental.
Si la estabilidad del campo chiapaneco depende de programas, apoyos y políticas del gobierno del estado y federal, puede decirse que no sólo la seguridad está garantizada, sino también el progreso, porque hay visión de largo alcance y hay proyectos que están transformando la manera de ver al campo y de trabajar la tierra, devolviéndole la vocación productiva y haciendo de Chiapas una entidad altamente competitiva en el nivel nacional y en el mercado mundial, como ya se demuestra en Europa en unos productos.
--El sicólogo Carlos Hirám Culebro Sosa dice que insistirá en que quienes manejen pedos se les imponga una condena que los obligue a ingresar a Alcohólicos Anónimos.
Su propuesta de meter a rehabilitación a los bolos está bien, lo que no está bien es que obligatoriamente sea a la doble A.
Lo que tiene que hacerse es que quienes incurran en delitos andando hasta las manitas de pedo se les mande a terapias de rehabilitación.
Pero la rehabilitación la tiene que dar el Estado con mecanismos bajo supervisión de especialistas.
Porque los de la doble A tienen que ponerse enfrente de los demás y despepitar sus pedos.
Eso está como el método que tenían en el pueblo del confinero, cuando éste era muchachito.
Cuando algún niño se orinaba en la cama los mandaban a vender tenamaste, yendo de casa en casa en todo el pueblo.
¿Y qué pictes era el tenamaste?
Pues el tenamaste no era más que pedazos de tejas y ladrillos en una charola.
Y la gente iba, más que comprando, sabiendo que el niño vendedor se había orinado en la cama.
¿Usted cree que algún niño volvía a hacer su gracia?
--Esos de la Canaca, como decía el finado bolo del youtube, nada les gusta.
Que si hay puente por qué hay puente y si no hay puente por qué no hay puente.
¿Ydai?
Dicen que así con megapuentes no se va a consolidar la economía del país, pero que les fue de peluche con las ventas.
Entonces en qué quedamos.
Porque los hoteleros y prestadores de servicios turísticos están que brincan de gusto porque les fue de poca en estas fiestas patrias.
Así es que los de la Canaca o aprovechan los puentes y venden más o se conforman con nunca salir de vacaciones y vender siempre lo mismo.
A lo mejor están encabronados porque al haberse decretado puente tuvieron que pagar horas extras para poder abrir sus changarros.
Y si algo distingue a los señores es que son marros con eso de la nómina.
--En Villaflores, que ya parece un pueblo de Asia por tanto bicitaxi, andan de las greñas los ruleteros del "transporte ecológico".
Es que así se pusieron ellos, ya ve usted que luego a la gente le gusta oficios con nombres rimbombantes.
Los tortilleros, por ejemplo, se pusieron industriales de la masa y la tortilla.
Por eso que los ruleteros de bicitaxis se pusieron conductores de transporte ecológico.
Y la neta que no es ni tan ecológico, porque con el esfuerzo, los bicicleteros se revienten sus gases y sudan de a madre.
¿Y qué cree usted que sudan?
Bueno, la cosa es que los señores conductores de transporte ecológico andan peleando las concesiones.
Dicen que la delegación de Transporte no hace nada porque nomás hay 500 concesiones y hay más de mil bicitaxis ruleteando.
Que de dónde se hicieron mulas Pedro.
Ellos mismos denuncian que por cada concesión hay en circulación dos o más bicitaxis piratas que cobran lo que se les pega su gana.
Que no respetan las tarifas oficiales, que les hacen mala cara a los usuarios y se pedorrean abiertamente por el esfuerzo, sobre todo si van de subida.
Y que la delegación de Transporte no mueve ni un dedo para poner orden.
No, pos, sí, hay que poner orden.
No vaya a ser que al rato el mentado transporte ecológico se convierta en un foco de infección, porque de los gases pasen a los sólidos.
--Y siguiendo con el tema de las broncas de transportistas, en Reforma también se están dando sabroso.
Es el mismo problema de concesionados con piratas.
Nomás que en Reforma los piratas son de la CIOAC y ya se trenzaron a chingadazos.
Los de la CIOAC alegan que los concesionarios son unos pulpos y explotadores de choferes.
Y según los transportistas concesionados dicen que los de la CIOAC se quieren meter a la fuerza sin permisos ni pagar nada.
No hay que darle muchas vueltas al asunto para caer en la cuenta que o todos peludos o todos pelones.
Si los de la CIOAC quieren meter sus propios taxis, que hagan su peregrinar para obtener una concesión.
No es que los concesionarios tengan la razón, sino que debe prevalecer el principio de legalidad.
Habrá que gestionar la liberación de más concesiones para que los de la CIOAC puedan prestar el servicio.
Y hagan las cosas bien, como dicen que lo van a hacer, porque luego se les va la boca prometiendo y a la hora de la hora resultan peores.
Porque ahora prometen de todo, hasta que les van a dar a los choferes donas inflables para que no les salgan almorranas.
La cosa se pone canija cuando ya tienen la concesión en la bolsa, se olvidan de las promesas e igual se chingan al prójimo.
Pero algo hay que hacer porque la gente no tiene por qué cargar con las broncas de unos vivales con otros que aspiran a serlo.
--Ya que andamos por el norte del estado, donde no hay para cuándo acabar con las torpezas del alcalde, es en Pichucalco.
Imagínese, el boulevard que lleva el nombre de don Andrés Serra Rojas está hecho un desmadre.
De nada sirvieron los millones de pesos que desembolsó la Sedesol del programa Hábitat para pavimentar el boulevard.
Todavía no acababan de pavimentar el último tramo y ya la otra punta estaba destruida.
Todos coinciden que esta obra es la expresión más acabada de la ineptitud de chanti Herrera.
¿Cómo es posible que a menos de un año de haber pavimentado el tramo ya esté hecho un asco?
Así han de haber estado las ganancias, porque de haberse usado material bueno, no se habría destruido tan pronto.
Pobre don Andrés Serra, tronco de homenaje se le hace con obras de pésima calidad.
En lugar de recordarlo con cariño, las mentadas de madre están a la orden del día por el boulevard tan chafa.
Claro, aunque las mentadas de madre son para el autor de tan nefasta obra, no deja de tocarle al jurista su partecita.
Ora sí, como dice el divo de Juárez, pero qué necesidad.
--No se pierda el Cuarto Festival Internacional de Letras Jaime Sabines, que arrancó anoche.
Empezó nada menos que con la conferencia magistral de Efraín Bartolomé.
A este festival participan intelectuales de Uruguay, Cuba, México, Perú, República Dominicana, la India y El Salvador.
--AVISO INOPORTUNO.
Pa' que no anden diciendo que Ángel Albino Corzo, del CAP, no es campesino, se está consintiendo con una su casita de madera. Ayer le surtieron 200 vigas y 500 tablas. Ahí nomás para que se entretenga su carpintero.
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