Confines 25/Agosto/2010

A cuenta gotas

 

La dichosa cuenta pública a que están obligados los presidentes municipales de Chiapas, es el talón de Aquiles para todos los alcaldes porque lamentablemente en la mayoría de los 118 ayuntamientos priva la improvisación, la irresponsabilidad y por otra parte se ha constituido en el instrumento de chantaje y negocio para algunos diputados que integran las comisiones de Hacienda, Vigilancia y Justicia, lo que explica el por qué dichas comisiones son peleadas hasta con los dientes por los legisladores.

Es alarmante la revelación que hace el diputado Mario Vega de que la cuenta pública correspondiente a 2008 va en 99.5 por ciento, la de 2009 apenas llega a 87 por ciento y en este año sólo 9.2 por ciento ha entregado su cuenta, lo que quiere decir que todo mundo se pasa por el arco del triunfo la ley y vale madres las amenazas del congreso y del Órgano Superior de Fiscalización, pues lo que impera y manda es el tráfico de recursos para que a ningún alcalde, tesorero o síndico le llegue el agua al cuello.

Es necesario encontrar una forma de poner a los alcaldes al corriente y los instrumentos de rendición de cuentas al día, en cuya obligación tienen que ver los propios presidentes municipales, los legisladores y los auditores y el responsable del Órgano Superior de Fiscalización, porque no es posible que se tenga ese rezago en la cuenta pública y no pase nada, lo que se torna sospechoso, ya que prórrogas van y vienen y nadie cumple con su responsabilidad de presentar sus avances en la cuenta o hacer que se cumpla.

Ya hasta parece choteo que a cada rato se informe que ya merito, que ahora sí va en serio, que los que no cumplan serán sancionados y el tiempo pasa y la ley se sigue aplazando sin que haya una explicación válida. Y no es que se quiera o pretenda que haya una cacería de brujas, sino que ni los alcaldes se burlen de la gente ni los diputados incumplan su responsabilidad ni el Órgano Superior de Fiscalización sea invitado de piedra en un asunto que dice mucho de la transparencia de los recursos destinados a los municipios.

 

--Por aquello de no te entumas, la UNACH suspendió clases en los Campus IV y IX ubicados en las Zona Costa y Soconusco del estado, y cuales se reanudarán hoy.

No se trató de una ocurrencia o una estimulación de las güeva o alargamiento de las vacaciones, sino una decisión sensata.

Las autoridades de Protección Civil evaluaron que era riesgosa la presencia del huracán Frank y sugirieron suspender clases.

Así se hizo y una vez pasado el peligro, los universitarios volverán a clases hoy mismo.

La neta que más vale que digan que se pasan de precavidos a exponerse a una tragedia.

Ya se vio que no pasó nada, pero ¿qué tal que hubiera pasado?

Eso habla de la responsabilidad de la universidad de tomar las cosas con seriedad y darle valor a la integridad de las personas.

 

--Chismes, rumores y hasta afirmaciones dan por hecho cambios en Hacienda y en el Órgano Superior de Fiscalización.

Hasta nombres dan.

Y claro, los cambios obligarían a otros cambios para que los presuntos ungidos puedan dar el salto.

De hecho suenan algo así como descabellados, pero ya ve usted cómo son los chismes.

Como si no supieran que esto de la polaca es impredecible y que la liebre puede brincar por otro lado.

Pero en fin en algo deben entretenerse los que inventan rumos y hacer correr los chismes.

Sobre todo ahora en tiempo de huracanes que ha mojado hasta lo impensable.

 

--Por cierto, hasta Juan José Rueda Aguilar resultó afectado por las inundaciones en Berriozábal.

El pobre regidor luchó contra la corriente, el lodo y la caca que arrastraba el río para poder rescatar sus animalitos de traspatio.

La corriente del río derribó la barda de su casa y se le metió a su domicilio harto recuerdito del caño de los que viven más arriba.

Los destrozos no son menores porque a Juanjo Rueda, como el maestro del Karate Kid, gusta de criar bonsai.

Hubiera usted visto aquel arbolitaje en miniatura yéndose a la corriente.

Y por supuesto el maestro Rueda Aguilar no iba a dejarlos ir así como así.

Entonces se dio lo que se llama conflicto de intereses, porque por un lado el aprecio por los bonsai, pero por otro sus animalitos de traspatio.

Como pudo se colgó unos pollitos en el pescuezo, se puso unos bonsai en la mollera y con las manos agarraba cuanto podía.

Aquella noche fue para el maestro Rueda Aguilar terrible porque además del resfriado, olía a rayos.

Ni cuando estuvo a las órdenes de don Satanás Albores Guillén olía tanto a azufre y a demonios.

Pero esa noche de las grandes aguas le cargó la tiznada.

Adiós barda y adiós gallinas, patos, chuchos, jolotes y un par de marranitos y el loro parlanchin que ya se le extraña.

 

--El gobierno de Juan Sabines rindió homenaje ayer al periodista Gervasio M. Grajales Gómez.

Se le develó un busto en el parque de la Libertad, contra esquina del lado sur del parque central.

Tío Gervasio Grajales fue uno de los grandes periodistas de Chiapas que desarrolló como pocos el humor.

Hasta en la poesía echaba desmadre.

En sus años finales publicó en su diario Es! Popular un suplemento que llamó La Estaca.

Colaboraron con él Jorge Mandujano y el confinero en ciernes que apenas acababa de pelechar.

Fueron días alegres, festivos y de aprendizaje constante.

Eso de tener de maestro nada menos que a Gervasio Grajales no ocurre todos los días.

Ese privilegio lo compartió también Fernando Alegría Ramírez, el gran FAR, descubierto por tío Gervasio.

El propio FAR habría de decir tío Gervasio lo descubrió y era entonces un diamante en bruto.

Él me pulió, explicó FAR, me quitó lo diamante y me dejó lo bruto.

Y la neta que tío Gervasio tenía unas grandes puntadas, como la de haber hecho una colecta para comprarle una peluca a FAR.

La que le había regalado doña Chelo, esposa de tío Gervasio, estaba ya muy pajiza y requería de una nueva.

En su columna tío Gervasio convocó a una colecta para comprarle a FAR una nueva peluca y así se hizo.

La respuesta fue la inesperada y FAR estrenó peluca nueva.

Hoy se recuerda con cariño y respeto a ese periodista que exploró también la poesía.

Por cierto, otro homenaje sería que reediten el libro de Oscar Palacios Me lo dijo Gervasio, donde está la esencia de ese gran personaje.

 

--Los pleitos en el sindicato de salud no cesan y ahora salen con que José Luis Díaz Selvas es un bandido.

Por dios, en qué cabeza cabe, si ese doctor es un santo.

Que no lo quieran por bonito y por carismático, es otra cosa.

Es envidia, a leguas se mira.

Lo envidian porque siendo hijo de un pediatra ambicioso, salió decente.

Con decirle que es tan decente que tiene todas sus cuentas de cuotas sindicales limpias como el agua del río Sabinal.

Ya no se diga las regalías que recibe de financieras, farmacias y tiendas que dan crédito a los sindicalizados.

Todo lo tiene al chilazo, cual debe ser de un dirigente sindical que se diga honesto, honestísimo.

Y si eso le causa urticaria a su mero pagre, Víctor Hugo Zavaleta Ruiz, muy su bronca.

Gracias a dios y a la virgen santísima, al niño de Atocha y a San Judas Tadeo en el sindicato de salud hay un casi santo.

Si no fuera por el pecadito de haber metido a su hermano abogado con sueldo de paramédico, ya sería santo.

Si no fuera porque se ha hecho pijiji con la rendición de cuentas, ya estaría en un altar.

Si no fuera porque dicen que le ha puesto precio a las plazas, ya estarían venerándolo en San Pascualito.

Pero por esos pecadillos, en lugar de venerándolo, están venereándolo.

A uta, como dice Nalo, ni que tuviera chancro o cresta de gallo.

 

--Lo que sea de cada quien, tiene razón la cocha Galíndez de que los maestros están en alerta por las lluvias.

Aunque para ser exactos los maestros siempre han estado alerta por las aguas.

Mire usted, algunos maestros siempre andan en el agua y otros están atentos a que les digan ¡aguas!, cuando se acerca algún supervisor.

De esa manera nunca los cachan que no están dando clases, están en la chorcha o simplemente no van a la escuela.

¿A poco no son una chulada estos maestros?

 

--AVISO INOPORTUNO.

Se aclara que el gobernante maya número 14 que ha sido descubierto no se trata de Julio Fernández Hernández ni de ningún familiar suyo, es otro el linaje. Esto para que los barberos no rindan pleitesías de a gratis.