La hora de la verdad
En Tuxtla Gutiérrez y en cuatro municipios más (Tapachula, Comitán, Ocosingo y San Cristóbal de Las Casas) empezaron las campañas esta semana y son las únicas que durarán un mes, en tanto que los 114 municipios restantes tendrán de entre 25, 20 y 15 días dependiendo el número de habitantes, es decir, como es el sapo es la pedrada, cuya misma lógica se utilizará para el tope de campañas, habiendo de plano unos topes risibles que no rebasan los 30 mil pesos, que en una sentada se echa uno.
De las campañas que ya iniciaron, el resultado es previsible a juzgar por el perfil de los candidatos, el apoyo que traen, popularidad y aceptación que generan en los votantes. Sin andarle haciendo de pitoniso puede decirse que en Tuxtla va a ganar Yassir Vásquez; en Tapachula el del PRI, Neftalí del Toro; en Comitán el del Verde, José Antonio Aguilar; en Ocosingo el del PAN, Arturo Zúñiga, y en San Cristóbal la del PRD, Cecilia Flores, lo que dibuja un mapa electoral diverso y plural, que no debiera asustar a nadie.
Claro, nunca faltan los imponderables y la conseja popular dice que en el camino muchas calabazas se acomodan y al final no llegan siempre los que estaban previstos que lo hicieran, porque muchos se caen y muchos se levantan. Pero se insiste que en estos cinco municipios el resultado está más que dibujado y la verdadera pelea estará no en la contienda por la alcaldía, sino en el agarrón por las regidurías pluris que habrá de repartirse entre los partidos que han perdido la elección o nomás iban de relleno.
Lo que está en juego en este proceso electoral es la capacidad de persuasión y convocatoria de los contendientes, que será clave para conjurar la abstención, que aquí entre nos se antoja cabrón no sólo por los factores externos de disipación como la crisis económica, la desolación política del gobierno federal, la fatalidad de la izquierda, sino por que las elecciones intermedias siempre resultan poco atractivas para la población. Es ahí donde todo mundo debe ponerle atención. Ya si, de paso, se gana, pues qué mejor.
--Si no tiene nada forzoso que ir a hacer a las oficinas centrales del ISSTECH, evite hacerlo, porque el ambiente está muy tenso y hasta parece cuento de la Llorona.
El nuevo director, Alfredo Molina, llegó con el machete desenvainado y está corriendo a medio mundo.
Lo malo es que el género mayormente afectado es el de las mujeres.
Hay un grupo de más de 20 mujeres, la mayoría madres solteras, que andan suplicando que no les hagan efectiva su renuncia.
Ya no saben a quién pedírselo porque Alfredo Molina ni las recibe y el subdirector de personal, un tal Luis Gabriel Moguel, parece de palo.
Se parapeta diciendo que recibe instrucciones y que la orden de Alfredo Molina es que le valen madres las recomendaciones.
Nomás que este diputadito con licencia debería saber que una de las recomendaciones de este gobierno es el empoderamiento de la mujer.
¿O sólo va a empoderar a las mujeres que él lleva de damas de compañía o las que oficiosamente lleva de la manita Mauricio Mendoza Castañeda?
Porque debe usted saber que Mauricio Mendoza la anda haciendo de barbero quedando bien con el cabezón y el implacable.
Ahí llevó a la hermanita del cabezón y el implacable a presentarla con Alfredo Molina e ipso facto la contrataron.
Haber si cuando aquellos ya no estén en la mamazón y en el poder, el tal Mauricio sigue haciéndoles caravanas.
Si una cosa distingue a este Castañeda Mendoza es que es barbero y rastrero con los que ostentan el poder y cuando ya no ni se acuerda.
Eso debería saber Alfredo Molina que está siendo llevado al baile porque si le dieron el ISSTECH es para que trabaje y sirva a los derechohabientes.
Caso le dieron el ISSTECH para que meta a la nómina a todas sus amiguitas y a la recomendada de Mauricio Castañeda.
--Bien dicen que cocha que come pollito aunque le quemen la trompa.
Eso pasa con el niño sirena de la subsecretaría de Acuacultura que ya anda otra vez en campaña.
Se le ha hecho muy fácil desentenderse de sus obligaciones oficiales y andar de coordinador de campaña de Viejentino en Arriaga.
Nomás que en lugar de hacerle un favor al candidato del PRD de Arriaga, le está armando un gran desmadre.
Ya la gente no quiere saber nada del niño sirena y piden a gritos que se regrese a su oficina de la secretaría de Pesca.
Pero en la secretaría de Pesca el personal pide a gritos que siga de coordinador de campaña de Viejentino.
Como quien dice, una bella persona no es; muy querido que digamos, tampoco.
Lo que debería tomar en cuenta Viejentino Suárez de Paz es que el niño sirena es muy bueno con la uña y no precisamente para jugar trompo.
Se tiene documentado que una vez contrató los servicios de una señora para que sirviera los alimentos y la cuenta fue de 20 mil pesos.
Grande fue la sorpresa de la señora cuando el niño sirena le dijo que la factura la debería hacer por 140 mil pesos.
La señora hizo la factura por esa cantidad, pero no contaba el niño sirena que el cheque iba a salir a cuenta de la señora.
Se depositó a cuenta el cheque y de la parte que le tocaba al niño sirena nunca se supo nada.
Es decir, la señora le metió machetazo a caballo de espadas y, claro, tiene de perdón justamente los años que cumplió en mayo Arriaga.
--Dicen que la candidatura de don Viejentino Suárez de Paz a la alcaldía de Arriaga se enmarca dentro del Bicentenario y Centenario de México.
Es que dicen que don Viejentino ya ronda los 100 años y que por eso, como encarna el centenario, lo hicieron candidato.
¿Será cierto o es puro cotorreo de los sin oficio de Arriaga?
Y ya ve usted que en Arriaga casi no hay de esos que no tienen nada que hacer todo el santo día.
La cosa es que don Viejentino anda desatado ofreciendo jagüeyes al por mayor.
¿Y quién cree usted que lo anda secundando en esta su promesa?
Pues ni más ni menos que el mentado Oney de la Cuenca de Arriaga.
Por supuesto que los jagüeyes, de llegarse a hacer, se harán con recursos de la CONAGUA y de la SECAM.
¿Quién se los ha autorizado o es por la libre que el Oney anda disparando con dinero ajeno?
Por supuesto que este Oney no da paso sin huarache y de seguro de estos jagüeyes querrá sacar su parte.
No vaya a ser como aquella compra de arbolitos supuestamente para reforestar las cuencas de los ríos de Arriaga.
Esa vez compraron 9 mil arbolitos y facturaron por 18 mil.
Si pendecos no son.
--Donde también andan desatados y no cantan mal las rancheras es en Altamirano.
La presidenta Heidi, más conocida como la loba, y su marido, más conocido como cebollín, andan en campaña abierta por el candidato del PRI.
Mientras ellos se desviven por el abanderado priísta, mandan a los empleados del ayuntamiento a hacer el trabajo sucio contra la coalición.
Pero no es todo, el propio candidato del PRI fue sorprendido descargando un camión con fertilizante y agroquímicos para la compra de votos.
Tenía en chinga loca a todos los miembros de su planilla descargando el camión estacionado en el tramo Altamirano-Comitán.
Exactamente el camión se localizó en el entronque La Mendoza y de ahí llevaron el fertilizante y agroquímicos a repartirlos a cambio de votos.
Pero no sólo fue a cambio de votos, sino que además le pidieron a cada persona 300 pesos, que se agarró la loba.
Todo ese dinero la loba lo está utilizando para la campaña de su candidato del PRI.
Otro que también es toda una fichita es el tal Rafael Aguilar Pimienta, más conocido en el bajo mundo como el cadejo.
Ora sí, como dicen los de la Rial, el cadejo es el animal bermejo que asusta al más pendejo.
Y ha de ser porque este cadejo apantalló a un grupito de personas que ya se sentían en la presidencia y ahora andan chantajeando en otro partido.
Como puede verse, el proceso electoral en Altamirano, que aún no empieza, es digno de una fábula de Esopo.
¿A poco Walt Disney no se queda chiquito ante esas heidiaventuras en la que aparecen la loba, el cebollín, el cadejo y otros animalejos?
Da hasta para escribir varios tomos de cuentos y luego realizarlas en películas que sin duda serían taquilleras.
Pero desde el aspecto legal, la COFEL debería echarse su clavado para descubrir el lodazal de la Heidi.
--AVISO INOPORTUNO.
Se pone al tanto de Mario Santos, de Héctor Hugo Roblero y Raúl Bonifaz que si quieren tener aunque sea un gallardete vayan a tomarse la foto y digan "yo también soy Yassir".
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