Días definitivos
El fin de semana será muy caliente en materia de decisión de candidaturas y alianzas, lo que dará una proyección de por dónde mascará la iguana el 7 de octubre, para la conformación del mapa electoral del estado en alcaldías y congreso local, cosa incierta por la confusión de colores, el cruce de intereses y pleitos abiertos de quienes, como el caballo blanco, todavía traen sangrando en el hocico por el encontronazo del 20 de agosto.
En el partido que mayor incertidumbre hay es el PAN. Su alianza con el Panal (propiedad de Elba Esther Gordillo y regenteado en Chiapas por Milito Zebadúa) no le garantiza nada a excepción de Tuxtla Gutiérrez, donde tiene condiciones incluso de dar una sorpresita. De ahí pa’l real no representa mayor problema para PRI o PRD, que también traen sus broncas internas por el jaloneo normal de las candidaturas, pues todos dicen merecerlas.
El panorama electoral ha variado desde que arrancó el año. Las cuentas alegres de PRI, PRD, PAN y, sobre todo, Verde Ecologista, se han transformado en preocupación y en dolores de cabeza de los líderes políticos. Las alianzas que se prefiguraron en un principio no cuajaron y el Verde Ecologista que pretendía erigirse en la bisagra coaligándose con uno y otro partido, según sus intereses, está a punto incluso de no aliarse ni con el PRD.
Por otro lado, el deslizamiento de nombres de candidatos que presuntamente van a competir por partidos antagónicos al que pertenecen, ha provocado extrañamiento en la sociedad y encabronamiento entre las militancias. Hay un mezcolanza de intereses y oportunistas al acecho que más bien parece promiscuidad política, donde la ideología, la lealtad, la ética, la moral, la dignidad, la honra, vale menos que un mísero cacahuate.
--Lipe Alamilla, el legítimo presidente del PRD en Tuxtla Gutiérrez, regresó muy encabronado del DF.
Bueno, no vino encabronado del DF, sino que encolerizó cuando se enteró de lo que aquí hicieron en su ausencia.
Mira, dijo, ese tal Romardi Magdaleno y Armando Zebadúa no representan a nadie.
Le están tomando el pelo a Jaime Valls, porque ni son líderes municipales del PRD ni son consejeros.
Tan no lo son, argumentó Lipe, es que tuvieron que rellenar su presunto consejo con arribistas como Luis Gabriel Sánchez.
Ese pobre muchacho, dijo, no está ni siquiera afiliado al PRD, no es perredista ni nada, es simplemente un arrimado.
Como líder municipal, afirmó, te digo que en el PRD de Tuxtla no hay candidato.
No dudo que Valls sea un buen candidato, pero las cosas no se hacen así, concluyó Lipe Alamilla, que de tan bravo sacaba espuma por la boca.
--En donde también ya se levantaron en armas es en el PRD de Tapachula en contra de Marti Ni Ano Reyes.
No lo quieren ni como cargador del mercado San Juan, cuantimás como candidato a la presidencia municipal.
La pregunta obligada es ¿qué ha hecho por Tapachula o los perredistas tapachultecos?
Ahí es donde la marrana tuerce la cola, porque el fachota de Erasmo Catarino ni siquiera canta bonito.
Jamás se preocupó por los tapachultecos y ahora sale con que quiere mucho a su gente y por eso busca la silla china.
¿Cómo no? ¿Y su nieve de limón?
Bastante es que lo hayan tolerado estos tres años de diputado y sin exigirle regalías por su éxito en La Academia.
--En Yajalón no tienen ni vergüenza el hermanito de la Coqui Utrilla y el botijón Edgar Martín Ramírez.
Se andan peleando la candidatura priísta a la presidencia municipal sin tener ningún mérito.
Rafa Utrilla quiere ser candidato sólo porque es hermano de la Coqui, dirigente del MT.
No tiene otra gracia, porque es caemal y siente que nadie lo merece.
¿De dónde piensa entonces que van a votar por él, si cuando anda en su camioneta ni siquiera saluda?
Es tan mamila que ni siquiera baja los cristales de su ventana para que no se escape el aire acondicionado.
Otro que mejor debería irse de rodillas a la Basílica a dar gracias a la virgen de Guadalupe, es Edgar Martín.
Agradecido debería estar con la virgen porque se libró de la cárcel cuando entambaron a su líder paramilitar, Samuel Sánchez.
Cualquiera con un poquito de rubor no se atrevería ni a insinuar su aspiración a la presidencia de Yajalón.
Edgar Martín ya fue diputado local y no se recuerda nada bueno o agradable de su gestión legislativa.
A menos que las obras que consiguió chantajeando o amenazando a presidentes municipales, sean para presumir.
Siendo honestos, el único que puede ganar la alcaldía de Yajalón es Augusto Mario Vázquez Acosta, actual dirigente del PRI.
Mario, más conocido como el hueso, es quien tiene trabajo partidista y tanto que recuperó al PRI en ese municipio.
El PRI era una cosa maldita, nadie quería ser identificado con ese partido, pero Mario Vázquez hizo la faena.
Logró que la gente recuperara la confianza en el PRI y volviera a creer en el partido.
Hoy por eso sinvergüenzas como Edgar Martín o prepotentes como Rafa Utrilla se quieren montar en la estructura priísta.
Vivos dirán que son.
--Tuxtla Gutiérrez es el primer municipio que suscribe un convenio con la Comisión de Derechos Humanos.
Ayer Chachita Pariente y Juan Carlos Moreno Guillén firmaron el documento con el que inicia una etapa de capacitación a policías.
Se trata que los gendarmes municipales conozcan los derechos humanos y no se pasen de lanzas.
Con una policía municipal educada en materia de derechos humanos, la ciudad será segura y con agentes respetuosos.
Es, pues, una excelente iniciativa de la presidenta municipal y el titular de la CDH.
Y la idea es que este tipo de convenios se extiendan a todos los municipios del estado.
Ojalá pronto nos amanezcamos con la noticia que no hay un solo policía municipal abusivo.
Eso sería una chingonería.
--Que a los diputados locales les hace cus cus discutir el tema de la ley del aborto.
Que pa’ qué, que no hay razón.
Mejor que sigan operando clínicas donde se realizan abortos clandestinos, como la clínica del Legrado Corazón.
--Tremenda sopapiza le acomodaron al alcalde de Bochil, Daniel Morales Álvarez.
Llegaron unos cámpiras con el machete desenvainado y le acomodaron una de no me olvides.
El reclamo era porque los del ejido San Sebastián querían a la de a huesos que les entregaran en efectivo el dinero de una obra.
El alcalde se negó y no hubo de otra que agarrarlo a chingadazos.
Pero la culpa no es de los compas indígenas, sino del alcalde porque él empezó con este relajo administrativo.
El muy dadivoso llegaba a las comunidades a preguntar si querían tal obra o el dinero en efectivo.
Por supuesto la gente pedía la paga, y así lo hizo mucho tiempo hasta crear costumbre.
Ahora todo mundo llega a reclamar su dinero y si dice que no, pues le suenan sus trancazos.
--Lea la columna Confines en www.jjbalcazar.blogspot.com y escriba al confinero a jjbalcazar@hotmail.com
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