abril 10, 2007

Confines, 10/abril/2007

El PRI de Arely


El engreimiento que sobredimensiona la realidad de despojo que vive el PRI, es la gota que derrame el vaso y acabe por enterrar la poca esperanza de ese partido para mantenerse por lo menos como primera minoría en el estado. Pero esa conducta de mesura debe imperar por principio de cuentas en la dirigencia estatal, es decir, en Arely Madrid, quien debe entender que no son los viejos tiempos ni el PRI es el todopoderoso partido del gobierno.
Sin que caer en un derrotismo o frustración política anticipada, es obligación de Arely Madrid calcular sus pasos, sus dichos y hechos. Debe empezar por entender que es dirigente de un partido en retroceso, casi en caída libre, víctima de los arrebatos de sus líderes y candidatos que, como Aguilar Bodegas, jamás reconocieron la importancia de sobarle el lomo a los militantes y apostaron por ganar a base de puras puteadas.
Arely debe tener muy claro que no lidera un partido hegemónico de aquellos sagrados tiempos, que es presidenta de un PRI tronchado, cuya militancia se ha vuelto escéptica y en miles de casos ha emigrado para nunca más volver a otros partidos. Es una realidad adversa, dura, que obliga a empezar de abajo, reconociendo a los cuadros políticos su peso específico, no tratando de ningunear y ceder el partido a nadie, menos a Josean.
Por donde se vea, el PRI tiene la necesidad de aliarse, hacia adentro y hacia fuera. Pensar que se tiene a los pies a un partido sometido, callado y al servicio de intereses personales o perversos es pecar de arrogancia y es exponer demasiado la voluntad política y lealtad partidista de miles de chiapanecos que por conocimiento de causa o ignorancia supina siguen siendo fieles al PRI. Y eso depende de una sola voluntad, de Arely Madrid.


--En Tapachula todo mundo se mata de la risa cuando se enteran que Mauricio Gándara quiere ser alcalde.
Dicen que es el mejor chiste del año.
Pero lo que más risa provoca es su estrategia de campaña anticipada del exdelegado de Migración.
El copete de hueso se anda promocionando en unos chocolates, cual si fuera doña Sara García.
Su eslogan de campaña es “Si no votas por mí te va a llevar la pelona”.
Y en lugar de incitar miedo provoca aquellas grandes carcajadas porque, dicen, “la cosa se va a poner pelona”.
¿No hay nadie que le diga a Gándara que es un apestado político que ni Pablo Salazar quiso darle la mano al final del gobierno?
¿Nadie lo quiere para que le sugiera que mejor se vaya lejos, donde nadie lo conozca?
¿De verdad cree que el negro Sarniento lo va a hacer candidato y presidente municipal de Tapachula?
¿No le cae el veinte que al ser el candidato del negro Vito Manué está más que quemado?
¿Quién en su sano juicio apostaría para ser impulsado por el dirigente del PAN, un tipo oscurecido?
Y conste, lo de oscurecido no tiene nada que ver con el color renegrido de su piel.
A lo único que se expone Gándara es a que resulte más chamuscado de lo que está en la sociedad tapachulteca.
Mejor que dé gracias que no lo metieron al bote cuando estuvo en Migración.
Que no se haga el inocente porque bien sabe de los expedientes administrativos en su contra.

--Vivo dirá que es el alcalde de Sitalá, Sandro Cruz, al anda haciendo proselitismo a favor de su cuñado.
Muy quitado de la pena utiliza recursos de la presidencia municipal para ayudar a Rogelio Sánchez Pérez.
Eso por supuesto ha calentado a la gente que anda encabronada por tango cinismo del alcalde.
Una cosa es que la de Sitalá sea gente humilde y otra que Sandro Cruz se pase de verde.
Además, el pueblo no tiene nada que agradecerle, porque no cumplió compromisos de campaña.
A los únicos que les cumplió es a sus familiares, a quienes acomodó en la nómina municipal.
Por esa situación, pobladores han solicitado la intervención de la contraloría, el congreso y el órgano de fiscalización.
Que le esculquen para que afloren su nepotismo, ineptitud y todas sus trapacerías.
¿Y aún así se atreve a promover a su cuñado para que sea el próximo alcalde?

--De puro vicio anda el diputado priísta Bob Esponja haciendo campaña a la presidencia de Tuxtla.
No va a ser ni candidato, mucho menos presidente municipal.
Pero ahí anda haciendo cuanta cosa para llamar la atención, que por cierto no la ha llamado ni la de Arely.
En su desesperación, circuló un mensaje de celular donde se promueve como el próximo alcalde.
En lugar de generar simpatía entre los tuxtlecos, ese mensaje fue el colmo del atosigamiento.
Es una campaña desarticulada, sin ton ni son, como quien dice al chingadazo.
Ya no saben ni qué historia inventar.
Hasta llegaron a decir que Bob Esponja va a ganar porque es víctima de traición de Sabines.
Eso por supuesto es una gran mentira, porque todos saben que el traidor es Bob Esponja.
Quien mordió la mano que le dio de comer es él, quien de la noche a la mañana se olvidó, según su boca, de la construcción.
Ha pretendido agarrarse de cualquier argumento para hacerse notar en su loca carrera a la presidencia municipal.
Y todo le sale mal, producto de sus propios actos.
Por eso cuando va a las colonias a hablar pestes de Chachita Pariente hasta lo quieren linchar.
Como si no supiera que a Chachita la adoran.
Además, tiene el descaro de decir que las calles están malhechas, cuando fue su constructora que las hizo.
¿Ydai, desde cuándo a los que usan el pantalón hasta el sobaco no les cae el gargajo si escupen pa’rriba?

--¿Quién en sus cinco sentidos, totalmente cuerdo, creería en la teoría del complot contra el gobernador Sabines?
Es una vacilada que ya agotó su golpe mediático.
Sobre todo porque el supuesto complot es para imponer a Rubén Velásquez en la gubernatura.
Esa sí que es una jalada de pescuezo de ganso, inconmensurable.
¿De dónde sacan que Alfredo Palacios hace reuniones para conjurar contra el gobernador Sabines y apuntalar a Rubén?
Para empezar, Alfredo Palacios no traga ni en pintura al senador Velásquez.
Cuando uno era secretario de gobierno y el otro de educación tuvieron serias diferencias.
Incluso, hasta se mentaron la madre.
No había ni hay ni habrá concordancia de intereses políticos ni de ningún tipo.
¿Ontá pues el soporte de semejante teoría del complot?
Y para acabar, Rubén Velásquez ya ni con Pablo Salazar se habla, hay distanciamiento entre ambos.
¿Quién dirige entonces el complot? ¿Rubén es tan chingón para traer como borreguitos a medio mundo?
Aunque así fuera, no sería tan bruto para andar pensando en un suicidio político como eso del complot.
En fin, todo eso de la conspiración es una soberana mamada.
¿Cómo va a ser creíble teniendo a un gobernador joven, carismático, fuerte y con una popularidad extraordinaria?

--Lea la columna Confines en www.jjbalcazar.blogspot.com y escriba al confinero a jjbalcazar@hotmail.com

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