enero 06, 2014

Confines 6/Enero/2014

Recuento de daños

El año que acabó hace seis días pasó sin pena ni gloria, como suele decirse cuando en política las esperanzas se han esfumado y a quienes se creía unas lumbreras o la luz al final del túnel resultaron ser perfectas cacas de loro, es decir, que ni hieden ni huelen, y terminaron por mostrar sus miserias, sus limitaciones y, lo peor, sus ambiciones políticas, sacando las uñas con mucho tiempo de anticipación, olvidando para qué o por qué están en el cargo que ocupan y se dedican en cuerpo y en alma en vender rostro.
De todo hay en esta viña que no es propiamente del señor. Hay desde borrachos sin remedio, locos, locas y loquitos con todo el dinero del mundo, que no es suyo pero lo gastan como si lo fuera, hasta ilusos que les dieron un huesito y andan destrampados cual reyes magos bajando el cielo y las estrellas, prometiendo el paraíso y vendiendo espejitos para embaucar a cuantos más se puedan y, llegado el momento, tener de ellos, ingenuos, su voto y poder estar en la verdadera mamazón, esa que tanto se ambiciona.
De los partidos en el estado, obligados por ley a ser contrapesos y a intervenir en todos los aspectos de la vida pública, no se puede esperar gran cosa, hay un apaciguamiento entendible, pues termina por imponerse el interés personalísimo de los dirigentes y si hacen mal los que ejercen el poder, simplemente lo callan o, peor, lo aplauden y hasta lo defienden como suyos, invocando su deber histórico y democrático, escondiendo lo que en lo oscurito han acordado, siempre a su conveniencia económica o política.
Y enfrente, donde escasean los líderes sociales, hay payasos, oportunistas o meros chantajistas que aprovechan el escenario y se visten de juristas, de defensores de la legalidad, justicieros denodados, encarnadores de la furia colectiva, efigies anticorrupción, y en el fondo lo que pelean son sus canonjías obtenidas precisamente al calor de estas faenas que pierden efectividad al paso del tiempo y al final uno termina por darle más credibilidad a declaraciones de Yin Pin o Chipotín que a estos sinvergüenzas.

--El año 2013 acabó con una noticia muy triste: el columnista Pepe Figueroa murió el 28 de diciembre, día de los inocentes, como para no dar crédito y tomarlo como una jalada.
Pepe fue alegre no hasta el último día de su vida, sino hasta el último suspiro.
Murió bailando, en una madrugada de rumba, salsa, humo de cigarros, bilés baratos.
Entonces vino la gran tristeza de no tenerlo más entre nosotros, de no tener ya su alegre forma de ver la vida.
El periodismo chiapaneco perdió a unos de sus exponentes más simpático y sardónico.
Los políticos perdieron a un observador acucioso y divertido de todas sus tiznaderas.
Los lectores perdieron a un analista que le ponía candela y le inyectaba humor a la terrible realidad.
El Registro Civil del Apodo perdió a uno de sus bautizadores más prolíficos y originales.
Y los amigos perdimos un corazón generoso que abrió las puertas de su Café Avenida para asomarnos a un mundo mordaz.
La herencia de Pepe Figueroa da para hacer una enciclopedia de la política local, del animalario político.
Sus apodos tienen en esta hora una vigencia increíble.
Más de uno de los que pululan en la vida pública de Chiapas le deben su apodo al gran Pepe Figueroa.
Muchos han pasado a mejor vida pero sus apodos siguen en la memoria colectiva.
Hay quienes incluso han pasado a la historia por su apodo, no por su nombre y mucho menos por sus obras.
Bien dice tío Laco Zepeda que nada describe mejor a una persona que su apodo, no su nombre.
Y en eso el “popetor” Figueroa fue un maestro.
Hay anécdotas increíbles de su vida y de su trabajo.
Jamás una historia triste, todas alegres, todas festivas, todas arrancadoras de francas carcajadas.
Y con ese recuerdo del maestro Pepe Figueroa nos quedamos, dándole gracias por sus enseñanzas y por su amistad.

--Con la novedad que el diputado Ángel Córdova Toledo deberá esta semana regresar a ocupar su curul, luego del mes de licencia.
Por si no lo sabía, el legislador del Verde pidió licencia un mes para dedicarse en cuerpo y alma al maratón Guadalupe-Reyes.
La pedo, como dice la Hilary de Oxchuc, es que se le antoje reventarse también toda la fiesta de enero de Chiapa.
En ese caso deberá pedir otro mes de licencia, para no entorpecer sus labores de bolo.
Es que mientras a unos les encanta salir de parachico o chuntá, a Ángel Córdova le fascina la vida de gusano en el fondo de una botella de mezcal.
De ahí que en lugar de perder el tiempo legislando al saber qué chingaderas, opta por la licencia con goce de sueldo.
Pues ni modos que pida licencia sin percibir su dieta, ni que fuera santo de la devoción de las almas magnánimas.
Así que si le apura que siga distrayéndose en cosas mundanas como legislar, rece y pida a santo Juan niño de Sabines que le haga el milagro.
Y el milagro puede ser que esa licencia temporal se vuelva permanente.
La cosa está en descubrir quién es el suplente de tan abstinente legislador.
Digo, no vaya a salir peor el Pepto Bismol que la diarrea.

--Otro que en otro tiempo estaría tras las rejas y no como fiscal, es el inefable Mauricio Mendoza Castañeda.
Hay muchas de este fulano pero nomás no le echan el guante.
Tal parece que tiene la protección de quien, según su ex, es igual que él.
Están cortados con la misma tijera, dicen que se queja la notaria pública.
Como botón de muestra, el tal Mauricio acumuló en su oficina varias denuncias de acoso sexual.
Incluso, se supo que amagó a una empleada doméstica con una pistola de cargo, oficial, pues.
Creyéndose Sebastián Ruli en la telenovela Lo que la vida me robó, estando en la regadera pidió a la muchacha le llevara una toalla.
Y cuando la cándida Eréndira le llevó la toalla, le mostró sus miserias y le apuntó con la pistola.
Obviamente, la susodicha se orinó.
Pero no se orinó de miedo por la pistolota de cargo, sino al ver la pistolita del fulano.

--No lo van a creer pero aún sigue sin resolverse el fraude que cometió Héctor Narcía Álvarez a miles de campesinos.
Llevó al baile a miles a través de su Asociación de Productores Agremiados de Chiapas y la Comercializadora San Isidro Labrador.
La cara visible de este gran fraude es un tal ingeniero Jorge Becerril Mercado, quien firmó los cheques sin fondo.
Son vueltas y vueltas de los productores y este fulano, operador financiero de Narcía Álvarez, nomás les da el avión.
Que ya pronto, que la próxima semana, que le den chanche, en fin, justificaciones infinitas.
Y encima de eso, cargados de razón, los hermanos Narcía Álvarez se dicen líderes sociales y hasta de izquierda.
No maméis, y si mamáis no os colguéis, habría que decirles a estos fulanos.
Lo camaleónico podría acabársele al fachota de Lupe Esparza una vez que se le extinga el fuero y se aplique la ley.
Porque lo de los cheques de hule a maiceros no es el único pendiente que tiene este sombrerón con fuero.
Habrá que ver hasta cuándo la ley lo alcanza, si es que hay voluntad y decisión de hacer justicia.

--Los del Pongosh están clamando la presencia de Juan Sabines o de su mujer para que pongan orden.
Resulta quen a quien dejaron encargado del changarro no les quiere dar ni a oler las prerrogativas.
Firmó un documento para dejar la regiduría al año y ahora se niega a cumplir.
Si el salario de la regiduría de Tapachula que es una miseria no lo quiere entregar, imagínense las prerrogativas del Instituto Electoral.
Este muchacho, Víctor Moguel pasó de la nada a regentear un partido que tiene los días contados.
De por sí el Pongosh está condenado a morir, ahora con actitudes como la de su tronco de líder, peor.
Ni porque resurjan figuras que en su momento se afiliaron a ese partido, como Alejandro Gamboa López, se le augura futuro.
Claro, habría que ver si quienes en su momento se sirvieron del Pongosh y del poder, están ahora dispuestos a dar la cara.
Y en esa condición están muchos que a la sombra de Sabines fueron, como canta José José, de todo y sin medida.
Así como en el gobierno de Pablo unos pasaron de católicos a nazarenos, con Sabines casi todos pasaron de simples bolos a cocos.
Y en esas cocadas brincaron del PRI al PRD, al PAN, al Verde y al Pongosh.
Ahora, por supuesto, reniegan pero entonces besaban la mano y endiosaban al mismísimo engendro.
¿O acaso era producto de la droga?
Se aclara que años atrás cuando se cometía una falta, andar bajo los efectos del alcohol o drogas era una atenuante, ahora es agravante.
Así que ni cómo salgan con que lo que hicieron lo hicieron porque andaban hasta las manitas de yerba o polvo.

--AVISO INOPORTUNO.
Se comunica a los políticos derrochadores de diciembre que en las casas de empeño no aceptan supuestas virtudes como objetos a dejar en prenda.

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