Confines 5/Julio/2011

El triunfalismo

Los resultados electorales del domingo en el Estado de México, en Nayarit y en Coahuila, donde el PRI se llevó de calle las elecciones y no le vieron ni el pelo los del PRD y el PAN, no es para que los priístas se pongan a festinar o andar de sobraditos, sino a ver por qué ganaron, cómo ganaron, con quién ganaron y qué necesitan para el 2012 en el que se renovará la Presidencia de la República, el Senado, la Cámara de Diputados y en el caso de Chiapas la gubernatura, los 118 alcaldías y las 24 diputaciones.
El triunfalismo no es una actitud que deban asumir los priístas locales, sobre todo si nada tuvieron que ver con los resultados en esos estados ni fueron factor determinante para que ganara su partido. Aunque las tendencias, todas, dicen que el PRI va de regreso a Los Pinos y con ello el efecto nacional replicará en todos los estados donde haya elección de gobernador, los priístas de Chiapas tienen mucho que trabajar, mantener la calma, la unidad y, sobre todo, la humildad para reconocer que nada está definido.
El triunfalismo pierde a la gente, les obnubila el camino, los hace perder su cabecita y provoca que no entiendan razones ni atiendan a la realidad que exige lealtad, como quedó demostrado en los estados donde hubo elecciones; exige trabajo duro de estructura electoral, como quedó demostrado en las elecciones del domingo pasado; y exige cordura, no perderse en el camino y no irse con la finta de irse con otros partidos con la zanahoria que allá tendrán lo que no tienen o les niegan dentro del PRI.
Si los priístas de Chiapas son capaces de mantener la unidad, de honrar la lealtad y confianza, de no desdibujarse, de no perder la seriedad, de apostarle en grande, de privilegiar los acuerdos, de mirar hacia el bien común antes que al capricho o a la ambición, de entender que desde el gobierno puedan hacer muchas cosas y desde la periferia nada, entonces es posible que vislumbren hacia el próximo año un destino similar al que ya todos dan por hecho con la Presidencia de la República: el retorno al poder.

--El que de plano se la jaló ayer con su artículo tratando de justificar la derrota del PRD en el Estado de México, en Coahuila y Nayarit, es Manuel Camacho Solís.
En un artículo publicado en El Universal se ensarta el puñal solito.
Cada acusación le cae así mismo.
Cada descalificación se le revierte.
Cada argumentación de la derrota es Mea culpa.
Empieza por hablar del viejo PRI, justamente del PRI que él viene.
Habla del pasado autoritario y patrimonialista del PRI, precisamente el PRI que él y Salinas encarnaron, ¿o a qué PRI se refiere?
Luego dice que el PRI no tuvo mesura para ganar las elecciones, que no se conformó con ganar, sino que tuvo que arrasar.
¿Ydai, qué quería, pues?
¿Nomás la puntita?
Si los candidatos del PAN y del PRD fueron malos y los del PRI, aunque no tan buenos, traían una estructura de poca, ni modo de no irse con Tokio.
Ya para finalizar dice que la izquierda (¿cuál?) debe sentirse orgullosa de su desempeño en las elecciones pasadas.
¿Orgullosa de morder el polvo tan gachamente?
¿Orgullosa de ser comparsa?
¿Orgullosa de obligarse con la derecha espuria?
¿Orgullosa de qué?
A menos que sea muy orgulloso someterse a los dictados del peje y por sus coyolitos hacer lo que le venga en gana.
Y otra, ¿de dónde saca Camacho Solís que con esos resultados la elección de 2012 será entre dos, entre el PRI y PRD?
¿Con el uno por cierto en Coahuila o con el nueve por ciento de Nayarit?
¿Con eso piensan competir?
Sólo que la competencia sea por el último lugar con el PAN.

--Con alegría reportan los médicos del Hospital de Especialidades Pediátricas de Tuxtla que continuarán con la risoterapia.
Se trata de un método para aliviar enfermedades y dar un poco de alegría a los niños, muchos de ellos en fase terminal.
No estaría mal que entre los especialistas en esta terapia de la risa incluyeran a algunos de nuestros especímenes de la polaca local.
Uta, hay material humano de sobra que podrían alegrar a chicos y grandes con sus puntadas.
Con decir que Platanito y Yin Pin se quedan chiquitos ante las ocurrencias de nuestros dignos polacos.
Hay algunos que de plano se pasan de la raya y provocan hasta chisguetitos de orines de la pura risa.
Por ejemplo, Saúl Martínez sería capaz de curar de cáncer a cualquiera si contara sus afanas democratizadores en el PRI.
O Martín Aquino sería más eficaz que una quimio con sus denuncias y condenas a los corruptos que engañan y roban al prójimo.
¿O qué decir de las lealtades del puerquito valiente, de Marranito Díaz Ochoa o de las bondades de la cocha Galíndez?
Como para curar a cien enfermos de una sola sesión.
Porque hacerlo con un solo enfermo se corre el riesgo que se muera de la risa.

--En Tonalá andan muy encabronados porque el señor alcalde no se rebaja a despachar en la presidencia municipal.
Ni que tan jodido estuviera, dicen que dice.
No se aparece por la alcaldía porque seguramente no quiere que lo vean ni tampoco ha de tener ganas de atender a nadie.
A lo mejor los turulos no han entendido que lo eligieron como su soberano, no como su alcalde.
Porque alcalde turulo, cualquiera; pero soberano, no todos.
Y como David Aguilar tiene costumbres inglesas no puede comportarse como cualquier mareño pijuuudo, pijuuudo.
Así que al señor lo respetan o no vuelven a tenerlo como la máxima autoridad.
Y si no lo ven muy seguidito no es porque sea más escurridizo que una lisa enjabonada, sino porque administra la imagen.
No vaya a ser que en una de esas se indigestan de tanta belleza.

--Por cierto, hablando de Tonalá, el famoso negro Peña está metido de lleno a la polaca.
Es una de las máximas revelaciones como operador político.
Tiene un poder de atracción que donde quiera que lo miran le hacen fiesta.
Ni el pancho cachondo ni el Macaco, o como se llame, ni nadie le llega a los talones.
De seguro será factor importante para el proyecto político del verde en Tonalá.
Una adquisición de mucho peso, neta.
Es oro negro puro.
Y a todo esto ¿qué dirá el chero?

--Ayer cumplió años del director general del Diario de Chiapas, Gerardo Toledo Coutiño, por lo que fue ampliamente felicitado.
Un año de vida más en el que ha vivido momentos contrastantes.
El nacimiento de sus gemelos y la partida muy sentida de su padre.
Dos momentos que marcan la existencia del hombre.
Pero ayer Gerardo recibió el cariño y afecto de su familia, sus amigos, colaboradores y personas que le reconocen su trabajo.
Como decían los viejitos, que cumpla muchos años más y que Diosito nos lo guarde por siempre.

--Ahí va una buena noticia.
El ayuntamiento de Tuxtla empezará a rehabilitar el alumbrado público en toda la ciudad.
Con ello se conjurará la delincuencia y se aplacará a los calenturientos que gustan de echarse el rapidín en el carro.
Con un alumbrado al puro chilazo la seguridad por las noches estará garantizada para todos los habitantes de la capital.

--Ante el anuncio que hizo la SCT de que pronto regresará el tren a Tapachula, ya los de la IP pusieron el grito en el cielo.
Si regresa el tren, que no regresen los maras, piden.
Eso sería lo ideal, pero no es cuestión de querer o no querer.
Habría que poner en práctica diversas acciones encaminadas a seguridad, generación de empleo, para evitar la presencia de pandillas.
La experiencia anterior es que le hacen mucho daño no sólo a los migrantes, sino a la población en general.
Y no se trata de buena o mala imagen, sino de actos vandálicos, drogadicción y delincuencia.
En eso tienen razón los de la IP de Tapachula en decir desde ahora que es buena noticia lo del regreso del tren, pero no lo otro.
Los temores son fundados porque los maras son como moscas que nomás miran a los migrantes y se arremolinan en torno suyo.
Son inmigrantes, drogadictos en su mayoría, que se dedican a extorsionar, robar, violar, a sus connacionales.
Lo peor es que sus fechorías las cometen en nuestro territorio y aquí alteran el orden y la seguridad.
Se está a tiempo de tomar las medidas necesarias para que no vuelva a repetirse el fenómeno de los maras.

--AVISO INOPORTUNO.
Al señor delegado de la Profepa se le recuerda que no está aquí de vacaciones o nomás para rascarse la panza; está para desquitar el sueldo y eso implica que vea los asuntos de impacto ambiental, de contaminación y otros factores que alteran el medio ambiente.