mayo 13, 2007

Confines, 14/mayo/2007

Desvaríos sindicales


De la mano, Pancho Torres, de la sección siete del magisterio, y Víctor Hugo Zavaleta Ruiz, del sindicato de salud, están llevando al sindicalismo chiapaneco por caminos errados, con luchas que nada tienen que ver con la dignificación laboral y el bienestar colectivo de los trabajadores, con argumentaciones disparatadas, por no decir estúpidas, exponiendo la unidad, socavando los pequeños logros y saqueando el patrimonio sindical.
¿Qué destino tiene el sindicato magisterial y de salud con este par de chiflados llevando a los trabajadores por senderos sin salida, con peticiones del año del caldo cuando todavía imperaba el discurso antiyanqui? ¿En qué beneficia a un maestro indígena o a una enfermera de la sierra o la selva que Pancho Torres y Zavaleta Ruiz anden criticando el intervencionismo gringo en Irak? Esas, con perdón de los lectores castos, son mamadas.
Pues aunque parezca caricaturesco o mera ocurrencia, estos dos locos andan nutriendo la idea de llevar a la sección siete del SNTE y a la sección 50 del sindicato de salud a una huelga generalizada en todo el estado porque, según ellos, es muy alta la pena de 67 años de cárcel impuesta al revoltoso Nacho del Valle de San Salvador Atenco. ¿Qué jijos de la tiznada le importa al gobierno local ese tema o a los propios sindicalizados?
Ante la renovación sindical tanto en la sección siete, la 50 de salud y otros sindicatos locales, la base trabajadora debe analizar muy bien a quién quiere de líder y para qué lo quiere. Debe comparar si los quiere locos y ambiciosos como Pancho Torres y Víctor Hugo Zavaleta Ruiz o si los prefiere cuerdos y dedicados a la lucha meramente laboral. Obviamente apoyar a los delfines de estos dos desequilibrados, es caer en lo mismo.


--Dice Carmen Marín Levario, ex del Instituto de la Mujer, que ya chole con que al viejerío nomás las miren como cositas.
Pues que perdone la doña, pero la mujer no sólo es esa cosita, sino el enorme objeto del deseo.
Claro, como canta Sabina, hay mujeres atadas de manos y pies al olvido.
A esas pobres, ¡ichi!
Pero también, dice Sabina, hay mujeres que van al amor como van al trabajo.
Es decir, hay de todo, mujeres chingonas que para ser no necesitan colgarse del chantaje llamado cuota de género.
Hay mujeres que no recurren a la coerción ni al suplicio para merecer reconocimiento.
Quienes no niegan ni dan, que no compran ni venden, que no flirtean ni acosan, que simplemente saben y son.
Esas son las que dignifican la lucha de género, las que se parten el alma trabajando y convenciendo con inteligencia.
Las que le apuestan a sus conocimientos, a su experiencia, a su audacia, a su madurez.
No las que se casan con la idea de que llegarán al cargo deseado por la cuota de género.
Esas pa’ qué píctes.
Y todavía regatean por que no sea 70-30, sino 30-30. Ah, burro, ni que fueran carabina.

--Ya agarró calor la contienda por la secretaría general del Spaunach.
Son varios que se pelean por suceder a Cayito Zebadúa luego de tres años de liderazgo comprometido.
Están apuntados Ariosto de los Santos Cruz, impulsado por Sergio Rayo Cruz, quien se jugó hasta sus chones con Aguilar Bodegas.
Es la carta fuerte del joseanismo para apoderarse del sindicato, ya que no les cuajó la rectoría con la malagueña.
Pero han escogido mal candidato porque Ariosto es una fichita, con historial más negro que el negro Sarniento del PAN.
Es egresado del Tec Regional de Tuxtla, donde fue corrido de la sociedad de alumnos.
¿Por qué será? Ni modo que por honesto.
En la Unach ostenta una plaza académica sin nunca haber pisado un aula, dizque porque es alérgico al gis.
Otro que andaba en busca del Spaunach es Julio César Díaz Carrión, médico que ya tiró la toalla.
El que no lo ha hecho a pesar de tener más pasado que futuro, es Juan Quintana Adriano.
Le dicen el güero Quintana, pero la neta es más oscuro que el alma de la negra Maldonado de Lucio.
Ya fue secretario del Spaunach pero fue dado de baja porque, ¿por qué cree usted?
Pues el muy cabrón y bandido era líder de los trabajadores académicos y no tenía ni título.
Tiempo después se reincorporó a la Unach ya con título y el meco Lescié le dio su tiempo completo como pago a sus buenos oficios.
En la lista de aspirantes también aparece Ricardo Camacho Ruiz, el hijo que nunca tuvo el Bety, famoso mampo de Villa Cariño.
Así como engatusó al Bety, con mentiritas y otras cositas, así se quedó en el Spaunach años y años.
Engañaba con el cuento que estaba enfermo del corazón y que no resistiría una votación en contra.
Ya pedos, en Puerto Arista, los delegados a la asamblea del Spaunach lo reelegían una y otra y otra vez.
El quinto candidato es Leopoldo Medina Sansón, docente de Veterinaria, que lo trae encuerdado.
Nomás le están jugando la cabeza porque sin su Dalila ni su pelo largo vale pa’ puro cacahuate.
El sexto y último candidato es Humberto Lara Trinidad, a quien acusan de no cumplir con los requisitos.
Pero si lo acusan de eso y no de bandido, quiere decir que es el candidato fuerte, el enemigo a vencer.
Además, esa acusación queda sin efecto con sólo echarle una miradita al estatuto sindical.
No estaría mal que también le echaran una leída a la ley orgánica y el estatuto general de la Unach.
Y si tanto es que vayan a la Ley Federal del Trabajo y salgan de las dudas.
¿Será que les hace cus cus que Lara Trinidad gane la secretaría general del Spaunach?

--Si el PRI quiere retener la presidencia municipal de Coita, no debe darle muchas vueltas al asunto.
Basta con hacer un sondeo entre la coitecada para confirmar que el único que trae con qué es Ángel Albino Corzo.
No sólo por el nombre de prócer culo pinto, sino por su extenso trabajo político.
Es un joven que reúne en torno a su figura a chicos y grandes, pobres y ricos, blancos y negros, a todo mundo.
Postularlo sería para el PRI garantía de triunfo.
Pero que no lo hagan sólo porque el confinero lo dice, que hagan una encuesta y vea de qué cuero salen más correas.
Desde ahí, desde el sondeo Ángel Albino Corzo les pega a los demás contendientes una revolcada marca llorarás.

--Cintalapa es otra plaza que el PRI puede ganar, sobre todo con el candidato maleta del PRD.
¿Quién sabe de dónde sacaron a Alexander Trinidad Vázquez para meterlo de candidato perredista?
Es tan mal candidato que ni el PT ni Convergencia ni el Verde Ecologista quiso aliarse al PRD.
Bueno, con decir que ni los propios perredistas quieren a este advenedizo de candidato.
Habrá qué investigar de dónde viene la recomendación, porque tiene que haberla.
¿De qué otra manera se explica que postulen a alguien tan desconocido e impugnado?
A menos que de antemano el PRD esté entregando el municipio al PRI, lo cual es casi un hecho.

--Lea la columna Confines en www.jjbalcazar.blogspot.com y escriba al confinero a jjbalcazar@hotmail.com

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