febrero 05, 2007

Confines, 06/Feb/2007

Contra las expulsiones


El diputado Roberto Domínguez Castellanos declaró que está en contra de las expulsiones porque un partido político no se fortalece con ello. Y tiene razón en parte, sobre todo si los expulsados tienen representatividad y cargan con legitimidad, además de llevar votos. Tal es el caso de los alcaldes Lobato y Kánter. Como tal, y contraproducente, fue la expulsión del exgobernador Roberto Albores, sólo para saciar venganzas personales.

Lo que ha originado las persecuciones al interior del PRI, como se ve, ya está hartando a cual más. Es inadmisible y fastidioso que por el resentimiento de uno se haya llegado al extremo de confrontar a todo un partido con unos militantes cuyo único pecado es haber creído en la democracia interna de su partido, en rechazar la imposición y expresar su desacuerdo con un candidato indeseable tanto adentro como afuera del PRI.
En esta etapa de ese partido, de recomposición y hasta de adversidad electoral, lo que menos interesa y ayuda es alentar las expulsiones como conforte a odios personales de José Antonio Aguilar Bodegas. Al contrario, para resarcir la derrota, para reanimar el interés priísta y fortalecer su propuesta política, lo que debiera estar haciendo es llamar a la unidad, a la conciliación y a caminar juntos para ganar las elecciones locales de este año.
Desde esa perspectiva es apreciable que militantes destacados del PRI, como Roberto Domínguez Castellanos, hagan llamados a la reconsideración de la militancia, con el fin de trabajar unidos y enfrentar compactamente el reto electoral de octubre. De otro modo, los resultados serán desastrosos y todo por hacerle el gusto a un rencoroso que no se aguantó las ganas de cobrar venganza, aun a costa de su propia muerte política.

--Si tanta es la gana de Aguilar Bodegas de expulsar a priístas, debería promover la investigación de verdaderos traidores del PRI.
Ahí está por ejemplo el caso de todos los diputados que aprobaron la desaparición de la Gran Comisión del congreso local.
Fueron expulsados 17 de ellos, pero hay otros traidores que salvaron el pellejo.
Uno de ellos él lo conoce muy bien.
También debería mandar investigar el caso de los diputados traidores que aprobaron las leyes electorales de Pablo Salazar.
Que investigue a los autores materiales y al autor intelectual que él sabe muy bien quién es.
Que ordene la expulsión del que al inicio del gobierno de Pablo Salazar negoció hasta las manchas de su brazo.
Que expulse a quien ordenó a Pedro Sancristóbal y Blas Zamora cabildear la integración de los órganos electorales.
Que expulse a quien sirvió de intermediario para que Pancho Aguilera consiguiera obras con Pablo.
Que expulse a quien fue ante Pablo a ofrecer sus servicios para meter a la cárcel a Roberto Albores.
Que expulse a quien en las elecciones de 2004 operó la imposición de candidatos en distritos y municipios.
Que expulse a quien ideó la imposición de candidatos en 2006 mediante el cuento de las encuestas.
Y si quiere ir más lejos debe expulsar a aquel candidato a la alcaldía de Tapachula que hizo el fraude más cínico de la historia.
Con todas esas expulsiones bastaría para acabar con el mal del PRI chiapaneco.

--Carlos Morales, diputado federal por Tuxtla, dijo que hay 230 mil pescadores abandonados en Chiapas.
Que no han recibido el trato ni la atención adecuada para potencializar la pesca.
El diputado Morales Vásquez puede ser el aliado estratégico de los pescadores chiapanecos los próximos tres años.
Conociendo su compromiso, su disciplina para trabajar, Carlos Morales sería de gran ayuda para la pesca.
Le sacaría jugo a su cargo de presidente de la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados.
Eso si se queda en el Congreso de la Unión, porque hay otras rutas políticas en puerta.
La candidatura a la presidencia municipal se le presenta a Carlos Morales de manera natural.
Pero tiene que pensar el paso a dar.
Jugársela por la alcaldía de la capital de Chiapas o servir a todos los chiapanecos desde la Cámara de Diputados.
Por eso le asiste la razón a Morales Vásquez cuando dice que esperará el tiempo adecuado para tomar una decisión.
No se trata simplemente de calenturas políticas ni aventuras al vacío.
Carlos tiene todo para ser un gran alcalde, pero también tiene todo para ser un excelente diputado federal.
Un político de su estatura, con su colmillo retorcido, no caerá en la simple tentación de ser candidato.
Debe construir alianzas, hacer amarres y visualizar qué es lo mejor para su carrera política y para Chiapas.
Hay un momento en la vida que las decisiones ya no sólo dependen del interés personal, sino de un aspecto colectivo.
Es ahí cuando se es político de altura, estadista y leal al mejor destino de su pueblo.
Y Carlos Morales es uno de ellos, un chingón al servicio de los chiapanecos.
Eso que ni qué.

--Al ritmo de las maderas que cantan, de la marimba, Migue Gordillo advirtió que si se va Kánter se van todos los alcaldes priístas.
Eso sería un vejigazo marca llorarás contra las pretensiones del PRI se seguir con vida en el estado.
Por eso hay que preguntar:
Si el objetivo del PRI es borrarse del mapa político de Chiapas, deben aplaudirle a Josean.
Si el objetivo es echar a la calle a los decentes y quedarse puro ruin, hay que hacerle un monumento a Josean.
Si el objetivo es menospreciar a los que irradian respeto y glorificar a los bandidos, hay que pontificar a Josean.
Si el objetivo es hacer del PRI el partido de los resentidos con la vida, hay que perpetuar a Josean.
Pero si el objetivo del PRI es ser un partido digno, propositito, unificado, competitivo, ¿entonces qué chingaos hacen con Josean?

--El diputado Marti Ni Ano Reyes Palacios fue sorprendido en plena maroma tratando de verle la cara a los pobres tapachultecos.
Se andaba parando el cuello con sombrero ajeno.
Muy vivo se le hizo muy fácil apropiarse del programa Chiapas Solidario haciendo creer que era parte de sus gestiones.
Con eso pretende ganar la simpatía y el agradecimiento de la gente para ser alcalde de Tapachula.
Pero la gente ya no se traga esas actitudes demagógicas y desfachatadas de políticos inescrupulosos.
Además, al diputado Marti Ni Ano le miran más cara de cantante de La Academia de TV Azteca que de alcalde.
Por eso es bien recibido en las colonias tapachultecas, porque piensan que es Erasmo Catarino que anda regalando despensas.
Hay quienes hasta autógrafo le piden.
Otros más atrevidos le dicen que se cante La Manzanita.
No faltó el curioso que quiso saber si el próximo sábado va a cantar en el estadio Víctor Manuel Reyna en el partido de Los Jaguares.

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