Chiapas solidario
Ayer arrancó oficialmente el programa que habrá de darle identidad al gobierno de Juan Sabines: Chiapas Solidario, en el que se enmarcarán los actos institucionales para encarar los reclamos de la gente que tiene aspiraciones de vivir en mejores condiciones. Y nada mejor que la acción solidaria de un gobierno comprometido para salir adelante, para atender los rezagos vergonzantes en educación, salud, vivienda, alimentación, caminos.
Factor fundamental en la operación de Chiapas Solidario será Jaime Valls Esponda, secretario de Planeación y Desarrollo Sustentable. De hecho se trata de un reconocimiento a su capacidad y confirma la confianza del gobernador para dejar en sus manos el mayor programa institucional del nuevo gobierno. Una simbiosis de visiones y compromisos que, sin duda, dará buenos resultados para atender a los más pobres y necesitados de una mano aliada.
El Chiapas Solidario requería efectivamente de alguien con una visión nueva, franca, para conducirlo por el sendero del desarrollo sustentable, al punto donde el gobernador Sabines se ha propuesto llevarlo: al de una vida digna de los chiapanecos despojados del futuro y la esperanza. Y esa encomienda, bajo esa premisa primordial, recayó en Valls Esponda, quien habrá de demostrar su carácter y entrega a la causa sabinista.
De entrada el programa Chiapas Solidario es una iniciativa extraordinaria de Juan Sabines y queda en inmejorables manos. Lo que viene es prometedor pero requiere del esfuerzo conjunto de todo el gobierno local y la suma de sectores, partidos aliados y opositores, de todos aquellos que sientan un compromiso con la tierra y con los que la vida les ha sido injusta. Es, además, un programa para ver quién trabaja y quién es pura lengua.
--En la secretaría de Salud va creciendo el rechazo hacia el pediatra Alfonso Torres Aguilar, que de veras se pasa de lanza.
Desde su cargo de director de Redes y Servicios está incurriendo en una de las más desagradables expresiones de la soberbia.
Como si nunca fuera a descender de esa nubecita en que, al saber por qué descuido, lo subió el doctor Javier Castellanos.
Se siente la mamá de los pollitos.
No lo merecen en la secretaría de Salud, es mucha albóndiga para tan poco caldo.
De ahí que se porte como un patán al que jamás debe mirársele a los ojos porque es irreverencia.
Uta, ni que fuera Sadam Husein.
Ya va siendo hora que se le baje de crema a sus tacos, porque por su culpa puede meter al secretario en broncas innecesarias.
Por ello se le recomienda al doctor Javier Castellanos que recurra a la filosofía del Divo de Juárez:
¿Pero qué necesidad, para qué tanto problema?
Lo más fácil es cantársela serena y firmemente al doctorcito Alfonso Torres, ¿o te cuadras o te vas?
--En Villaflores la gente anda alebrestada por la sola insinuación de nombrar a Berlán Nigenda como delegado de Planeación.
No lo quieren ver ni en pintura, porque es botijón y fieronote, mi compañero.
Que no lo quieren por el gris y negro historial que tiene como funcionario público.
Ramoncho Morales, líder del PRD, dijo que confía en la clarividencia de las autoridades para no cometer semejante ofensa.
“Sería una falta de respeto que personajes tan nefastos tengan cabida en el gobierno de Sabines”, dijo Téxar Urbina, militante perredista.
Otros amarillos mejor se echaron a reír cuando les preguntaron su opinión sobre esa posibilidad de Berlán.
¿Será que va a despachar en alguna oficina o en alguna cantina, como cuando era alcalde?, dijeron burlonamente.
Con decir que Berlán ya no tiene ni el padrinazgo del profe Germán, quien lo amamantó en política.
Él lo hizo, lo llevó y lo puso, pero cuando estuvo en la mamazón de la alcaldía Berlán se olvidó de todo.
Producto de ese mal del olvido, el maestro Germán no le perdona que sea tan ingrato y jijo de su tal por cual.
Pero bueno está que le pase al profe Germán porque no se le quita la maña de andar apadrinando a puro jijo de la guayaba.
Es el caso del sopla pumpo que ahorita que quiere repetir de diputado hasta le besa la mano, pero ¿y después?
Doble contra sencillo que le va a pagar con la misma moneda de los demás, como Julián Nazar o Berlán Nigenda.
Ahí que lo vea.
--Oficialmente ya estamos en año electoral y ay de aquel que se ande queriendo pasar de vivo.
El IEE declaró ayer la apertura del proceso electoral, pero eso a los chiapacorceños les vale máuser.
Ojalá con la alegría que salieron ayer los parachicos en Chiapa de Corzo salga la chiapanecada a votar el 7 de octubre.
Sería una chingonería, una verdadera fiesta electoral.
Eso depende de la organización del IEE, de los partidos y los candidatos.
No es cosa de enchílame la otra, sino de coordinarse y entender que lo prioritario es la estabilidad.
Debería prohibirse la publicidad negativa donde unos pagan espacios en radio y televisión para denigrar al contrario.
Ese tipo de contiendas sólo alimenta el morbo.
Si se logra evitar esa parte oscura y vergonzante del proceso electoral, ya estamos de gane.
Aunque en las urnas gane el más menso o el más bandido.
Ni modos, no se puede todo en la vida.
--Qué pinche relajo se armó ya con el precio de la tortilla que la venden como si fueran de caviar.
Los abusivos tortilleros (porque las tortilleras no lo son, sino ardientes) le echan la culpa al precio del maíz.
Pero resulta que la mayoría de las tortillerías ni usan maíz, pura Maseca.
La empresa Maseca ya aclaró paradas, que no ha subido el precio de la harina de maíz.
¿En dónde está pues el incremento del insumo para elaborar la tortilla?
¡Puras mentiras!
Para acabarla de amolar, el doctor Simi y los supermercados están vendiendo tortilla a seis pesos el kilo.
Más de la mitad debajo de lo que cuesta en las tortillerías.
Los tortilleros se están quedando solitos, desnudos y al descubierto sus miserables intenciones.
‘Ta bueno que les pase eso, por abusivos.
--Lo dicho, Aguilar Bodegas no está dispuesto a dejar el PRI en manos de nadie más que no sean sus manos pintitas.
Ni loco abandonaría un negocio tan lucrativo como el PRI estatal.
Es más rentable que cualquier empresa o tortillería.
Son 118 candidaturas a presidentes municipales y 24 a diputados que pueden venderse a un muy buen precio.
Imagine a 100 mil pesos cada candidatura a alcalde.
Haga sus cuentas, son 18 millones de pesos, pero obvio es que hay municipios que no valen 100 mil cada candidatura.
Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, San Cristóbal y Comitán se cotizan más alto, a más de 2 millones de pesos cada candidatura.
Ahora piense en las 24 diputaciones y en las ocho pluris.
Todo un paraíso económico, libre de polvo y paja.
--Lea la columna Confines en www.jjbalcazar.blogspot.com y escriba al confinero a jjbalcazar@hotmail.com
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