enero 08, 2007

Confines, 09/Ene/2007

Dueño del sello


Como en el ejido, quien tiene en su poder el sello es quien manda. Así está José Antonio Aguilar Bodegas en el PRI, que por nada del mundo (ni que fuera tu pendeco, diría Lupe) quiere dejar en manos de otro el sello priísta (la carta poder del CEN), porque sabe muy bien que esa carta lo faculta para palomear la lista de candidatos a alcaldes y diputados, sobre todo a los pluris, en los que ya se prefiguran sus más allegados incondicionales.

No es gratuito que Aguilar Bodegas, luego de haber perdido hasta el modito de andar el 20 de agosto de 2006, siga empecinado en tener el control del PRI. Cualquier otro, en aras de la unidad, por dignidad o mera vergüenza, ya habría dejado el camino libre para que otros se hagan cargo de ese partido y la repartición de candidaturas. Pero he ahí el interés del excandidato a gobernador de no soltar los privilegios de ser el que reparta y comparta.

La obstinación de Aguilar Bodegas tiene un objetivo muy específico: apropiarse de las ocho diputaciones pluris que resultarán de la derrota más estridente y vergonzante del PRI en toda su historia en el estado. De paso, también quedarse con el negocio de la venta de candidaturas, que ha demostrado ser lucrativo con el mínimo esfuerzo y sin adquirir ningún compromiso de hacer ganar a nadie. Se vende la pura candidatura pelona.
Para creer de verdad en un cambio en el PRI debe empezarse por correr al jefe de jefes que se hizo de mulas, Pedro, con la salida del Perro Aguayo. Ya con Josean fuera del PRI las cosas cambiarían radicalmente. No habría cacicazgo que impida la democratización ni horda de bandidos al acecho del gran negocio de las candidaturas. Entonces podría renovarse la dirigencia estatal sin estorbos ni marranadas de por medio.

--Ni sabe el doctor Javier Castellanos Coutiño el trompo que se echó a la uña al contratar a Alfonso Torres Aguilar.

El nuevo director de Redes y Servicios de la secretaría de Salud es toda una fichita.
No hay nadie que diga una cosa buena de Torres Aguilar, menos que haga un halago.
Todo mundo habla pestes de él.
Se ha ganado a pulso el repudio de los trabajadores, porque se pasa de lanza.
Lo menos que dicen de su comportamiento es que se siente el súper dotado y es muy mamila.
No entienden los empleados de la secretaría de Salud por qué o cómo es que el doctor Castellanos Coutiño lo contrató.
No hay compatibilidad de caracteres.
Mientras el doctor Castellanos Coutiño es una chulada de persona, el doctor Alfonso Torres es engreído.
Además, dicen los empleados de Salud, deberían investigar al mentoteado Torres Aguilar cómo salió del hospital de San Cristóbal.
Al parecer hay algunas cosas que no cuadran y la Contraloría General del Estado ya les echó el ojo.

--¿Qué habrá sido de aquel Movimiento Estatal a Favor de la Legalidad Electoral de Sergio Rayo y Alfredo Araujo?
¿Ya les quedó claro de qué lado mascó la iguana desde el primer momento en que se cerraron casillas el 20 de agosto?
¿En verdad creyeron en sus falaces versiones de robo electoral o nomás lo hacían por quedar bien?
¿Les dieron las gracias, por lo menos, en el PRI por sus servicios sucios a la causa perdedora?
¿Y cuándo volverá a sesionar ese Movimiento al servicio de Aguilar Bodegas?
¿O ya se les quitaron las ganas de andar pagando desplegados contra el triunfo de Juan Sabines?
¿Por cuántas obras que le ofreció Aguilar Bodegas se prestó Alfredo Araujo a hacerle el trabajo sucio a Josean?
¿Y por cuántos contratos de camiones de carga lo habrá hecho Sergio Rayo?
¿Les van a reponer de alguna manera ese ofrecimiento o ya los dejaron colgados de la brocha?
Lo más seguro es que ya les hayan dado una patada en las nachas.
A menos que Josean logre el objetivo de firmar la paz a cambio de obras y contratos, como lo hizo hace seis años.
Si no de a gratis está armando tanto panchos en el PRI.
¿Cederá Sabines a las pretensiones de Aguilar Bodegas?
He ahí la cuestión.

--El Zanja Negra fue a pedirle chichi a Chus Orantes porque quiere repetir en la alcaldía de Comitán.
Ya le gustó la chingadera y quiere regresar a la presidencia municipal.
Una cosa es que haya llegado como alcalde interino y otra que gane en las urnas.
Pero ya anda entrado con la idea de convertirse en el señor alcalde Eduardo Ramírez Aguilar.
Por eso fue hasta los territorios del cañero para pedirle que lo ayude a ser presidente municipal.
Chus Orantes nomás lo oyó, por no dejar, porque aunque su fachota no le ayude, ya aprendió un poco de la polaca.
Diplomático, con su paliacate mugroso al cuello, le dijo:
Mirá, vos, carota del Señor de Tila, mejor regresate a tu casa y dejate de pendejadas.

--¿A qué le tira Arnulfo Cordero cuando dice que quiere ser presidente del CDE del PRI?
¿Será que aspira a convertirse en gato de Aguilar Bodegas, que es el todopoderoso en ese partido?
¿Tendrá los pantaloncitos bien puestos para rebelarse contra el excandidato a gobernador?
¿Le rayará en su cara que es un perdedor, un irascible, un obcecado o nomás le hará la barba?
¿De qué lado se pondrá Arnulfo Cordero en caso de llegar a la presidencia del CDE del PRI?
¿Se pondrá del lado de los militantes o al servicio de quien lo puso como candidato a diputado federal?
Si no es para combatir el autoritarismo ni para poner al PRI al servicio de la gobernabilidad, mejor que ni le haga.
Esa es la única intención que vale la pena para suscribirse en el proceso de renovación priísta.
Buscar la dirigencia para cumplir caprichos o ser el empleado del mes de la agencia de colocaciones de Josean, pa’ qué píctes.
Los retos son variados y requieren de un perfil de madurez y compromiso.
No es lo mismo dirigir una empresa de combustibles, que echarle combustible al carro priísta.
Arnulfo Cordero debe primero aclarar para qué quiere ser presidente del PRI.
¿Quiere conducir al PRI a la democratización y al triunfo o nomás ser la mano que mece la hamaca?

--Unos 170 empleados de la delegación de Sedesol han sido despedidos por órdenes del cínico Paco loco.
¿Con esa actitud de soberbia, cómo jijos de la tiznada dice que es muy católico y cree en el bienestar del prójimo?
¿Estará de acuerdo el arzobispo Rogelio Cabrera López con la actitud de Francisco Rojas Toledo?
¿Avalará el despido masivo de trabajadores nomás porque le da su rechingada gana a Paco loco?
¿Llamará a ese cordero descarriado a que regrese al redil de la iglesia o lo dejará en paz para que siga ofendiendo a Dios?
¿Todavía hará caso el cínico Francisco Rojas Toledo a monseñor Cabrera López?
¿Qué no hay alguien que pueda ponerle un hasta aquí a tan despreciable personaje de la vida pública?

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