Ruindad política
El empecinamiento de José Antonio Aguilar Bodegas (que para ganar tiempo deslizó su salida de Chiapas a un consulado en Estados Unidos) de mantener en su posesión la carta poder del CEN del PRI que lo faculte para disponer de las candidaturas priístas, está resultando nocivo no sólo para ese partido, sino para la gobernabilidad del estado. Si aún le queda una molécula de dignidad, debería irse sin volver la vista para no convertirse en estatua de sal.
Pero no, la obcecación es quedarse como dueño absoluto del PRI para conceder o vender las candidaturas a presidentes municipales y diputados locales, principalmente a incautos que tengan el dinero suficiente para pagar y que sean tan impopulares para perder en la mayoría de distritos, para que su lista de pluris se eleve de cinco a ocho y acomode a sus incondiciones, los mismos que ahora le hacen caravana y se le tiran al piso.
La ruindad política del joseanismo sólo estimula el rechazo y el hartazgo de los priístas que aspiran a tener un partido renovado, libre de simuladores y de quienes se sienten propietarios de la dignidad de la militancia, tanto que chantajean o comercian a cambio de prebendas económicas o políticas. Ambición que, por cierto, no ha tenido acogida en este gobierno, a diferencia de hace seis años que hicieron el negocio de su vida.
Si de verdad Aguilar Bodegas tiene un compromiso, como dice, con Chiapas. Si de verdad, como dice, cree en la democracia. Si de verdad, como dice, es tan popular y chingón ¿por qué no se abre a la competencia interna? ¿Por qué se evade? ¿Por qué recurre a la figura del Consejo Político Estatal, el mismo que, en medio de chingadazos, lo impuso a él como candidato? ¿Es un mentiroso o los priístas son una bola de ilusos?
--En la sesión espuria del viernes de la Comisión Permanente del PRI se vio en qué cono había más huevos.
La regidora comiteca Flor Alfonso demostró que llevaba su cono repleto y para repartir huevazos a quien quisiera.
Levantó la voz y acusó a Aguilar Bodegas de tener secuestrado al PRI y de ser un tal por cual.
Poquito faltó para que lo cacheteara.
En defensa de quien habían puesto pinto y parejo salió la pollerá colorá que ya le gustó la mamazón de pluri.
Quiso venderle el favor a Aguilar Bodegas para que cuando palomee la lista lo considere como cuota de género.
Así ha llegado la pollerá colorá desde que don Patro por sus ovarios la hizo diputada federal.
Ha apantallado a medio mundo, claro, del mundillo ignorante del PRI, que es muy sabihonda.
La verdad es que es servilista, arrastrada, que se tira al piso para cachar alguna posición.
Eso quedó evidenciado el viernes cuando salió en defensa de Aguilar Bodegas.
Los demás guardaron silencio, se les hizo agua sus huevos que tenían en su canasta.
Al final, el titiritaje de Aguilar Bodegas, convocado para avalar un atropello más, cumplió con su encomienda.
Felices por pasar a la historia como traidores, servidumbre, rastreros, se le vio a toda la familia Díaz Ochoa.
El diputado Marrano Díaz Ochoa, perdón, Mariano Díaz Ochoa muy contento por su papel indigno.
Lo mismo su hermano Ricardo Díaz Ochoa y su prima María del Refugio Ramos Ochoa.
Estaban radiantes de alegría por cumplir una tarea infeliz que los marcará a ellos y sus hijos como gatos de Aguilar Bodegas.
Otra que igual se paseaba complaciente es la arquitecta Rosales Acuña.
El hijo de Marrano, otra vez perdón, Mariano Díaz Ochoa, también acudió a ser parte del lodazal priísta.
--Todo está listo para el sábado que será la reunión anual de la Rial Academia de la Lengua Frailescana.
Si está interesado en ser parte de esta experiencia única que orinarse de la risa, aparte su lugar.
La venta de sillas y mesas, bueno de un lugar para sentarse y comer, están a la venta en Regalos Chic de Villaflor.
El teléfono es 01 965 65 201 31 y ahí le dicen de espacios disponibles y precios.
Apresúrese porque ya quedan muy poquitos lugares.
--Excelente la iniciativa del ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez de poner orden en los antros.
Sobre todo en aquellos de mala muerte.
El confinero no es un santurrón que se persigne ante una teibolera, pero debe haber rigor en esos establecimientos.
Muchos son puteros disfrazados de discos o bares y no cuentan con la vigilancia sanitaria adecuada.
Además, se expenden bebidas adulteradas y eso de poner en riesgo la salud de un bolo es un crimen.
Nadie, por muy puritano que sea, puede atentar contra las libertades y garantías de un bolo.
Por eso está bueno que el ayuntamiento haya iniciado una revisión del funcionamiento de estos lupanares.
No es posible que bajo artimañas o por la vía del chantaje sigan operando a pesar de estar fuera de la ley.
Está bien que existan, pero que lo hagan bajo la norma legal.
--El diputado 41 renunció a su intención de competir a la dirigencia del CDE del PRI luego de enterarse del tope de campaña.
Pa’ qué píctes, dijo, con 960 mil pesos no puedo hacer nada.
Y tiene razón, es una miseria que no alcanza para comprar el voto de los más de 600 consejeros políticos.
Eso mismo debe pensar la diputada Arely Madrid, que es tan espléndida y gastalona.
Con ese tope de campaña no le alcanzará ni para comprar los racimos de guineo necesarios para alimentar conciencias.
¿Dónde está pues la democracia priísta?
¿Quién va a fiscalizar los gastos de campaña si no hay uno solo confiable dentro del priísmo aldeano?
Los que son confiables o están fuera o no les interesa meterse en la lucha excrementicia.
Ah, el diputado 41 también dijo que renuncia a la búsqueda de la dirigencia del PRI porque ¿quién va a ser el árbitro?
Pues ni más ni menos que el mismísimo Aguilar Bodegas, con toda su fama de arbitrario.
¡Tronco de árbitro y tronco de imparcialidad!
--Bobby Domínguez se puso su traje de Rey Mago y se mochó con los juguetes para los niños pobres.
De los diputados que fueron convocados por TV Azteca para el Juguetón, el priísta es el único que le entró con enjundia.
Es un gesto generoso de Domínguez Castellanos porque hasta dispuso de Rojas Irecta y Tony Guillén como Reyes Magos.
Los mandó disfrazados de Gaspar y Baltasar para repartir los juguetes.
--¿Pa’ qué mandaría doña Flor Coello a regalar juguetes a Tiltepec, municipio de Jiquipilas?
¿Los mandó porque está futureando en ese distrito o alguien les peinó esos juguetes?
¿Le querrá pelear el distrito al diputado Pancho Pistolas?
¿O será que su inclinación a parecerse a Chabelo, con cataficcia y toda la cosa, mandó los juguetes a aquel pueblo?
¿A qué le tirará pues doña Flor ahora que deje la diputación que ganó por una chiripa de la vida?
--Lea la columna Confines en www.jjbalcazar.blogspot.com y escriba al confinero a jjbalcazar@hotmail.com
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