Confines 1/Abril/2014

Circo y animales

El debate por una iniciativa de ley contra el maltrato de animales es sano en una sociedad que se precie de democrática. El maltrato, no sólo de animales sino de todo ser vivo, debe considerarse un delito. Pero hay que diferenciar lo que es el maltrato y lo que es el arte, el espectáculo y el uso de animales para actividades como el traslado de personas, el cultivo y otros usos en beneficio del humano, prácticas milenarias y que si se vuelve uno rigorista hasta montar un caballo o burro sería maltrato animal.
Lo que no debe permitirse es el circo de algunos políticos o presuntos defensores de animales que sólo buscan montarse en un tema que efectivamente es de moda y delicado. Es peor ese circo que aquellos que tienen a animales dentro de sus espectáculos. Un chucho que baila o salta no es tan dañino como un político que cercena el presupuesto y abusa del poder; un payaso que hace reír a chicos y grandes no es pernicioso como alguien que, en el desempeño de función pública, dice y hace chingadera y media.
La industria de los gallos es cosa seria. Los números que generan, no en apuestas sino en empleos, miles de toneladas de alimentos y otros gastos, son determinantes. Es una industria económica que en el nivel nacional y estatal representa una fuente muy importante de divisas, al igual que las carreras de caballos. No se trata sólo de un tema de maltrato por mera pose sexenal o de coyuntura, sino un tema que, de prohibirse, impactaría de forma negativa en las finanzas y lo laboral, y no hay propuesta alterna.
Hay circos políticos que son en los que debería prohibirse la exhibición de animales, y son, para acabarla de amolar, animales que hacen un grave daño al erario y a la vida política, democrática y económica. Esos circos, además de vergonzantes, exhiben la pobreza de nuestros flamantes políticos que son, encima de todo, los que deciden las leyes y el rumbo que deba tomar tal o cual entidad de gobierno. Eso sí que es lamentable y es en donde los señores legisladores deben aplicarse para ya no pasar más vergüenzas.

--Los indígenas, con el cuento que no entienden razones, que no razonan igual que los ladinos, ya le tomaron la medida a medio mundo y se han aprovechado.
Ya les gustó la manera fácil de hacerse de dinero.
Y no crean que se conforman con unos cuantos miles de pesos.
Nel pastel, le tiran galán y hay que caerse con lo que pidan.
Pasó en Tenejapa con el atropellado de San Juan Cancuc que terminó con dos quemados y varios cientos de miles de pesos de rescate.
Pasó en Betania, municipio de Tenejapa, con un camión de Bimbo que se quedó sin frenos y tiró unas garitas de madera.
Le bajaron a la empresa otros cientos de miles de pesos para soltar al chofer que habían secuestrado.
Ahora acaba de pasar con el alcalde de Maravilla Tenejapa que dicen fue sorprendido en el acto coital con una dama.
Cuentan que no le dieron tiempo al fulano ni de subirse los pantalones, cuantimás de disfrutar de su orgasmo.
Con la trusa hasta los tobillos fue sacado del carro oficial y secuestrado por cinco días.
Fue liberado el domingo luego de pagar un millón 200 mil pesos.
¿Y de dónde creen que salió la paga?
Pos ni modo que de su bolsa de tan concupiscente edil.
La cantidad sería lo de menos si se tratara de mil o dos mil pesos de “multa”.
Nadie tiene derecho a retener o, peor, secuestrar a alguien y pedir dinero por su rescate.
Lo que hacen los indígenas, por donde se vea, es vil secuestro. Y es un delito.
Nomás que unos, hipócritas, se apiadan y dicen pobrecitos los inditos.
Otros se pasan de lanzas y abusan de los chiapanecos de alguna etnia.
Y los muy vivos de los líderes indígenas son unos verdaderos ojos de paga que sacan ganancias de lo que sea.
Ya va siendo hora que se ponga orden y se les sujete a los dictados de la ley, como cualquier cristiano.
Lo peor es que las malas cosas luego hacen escuela y no vaya a ser que cuando se quiera corregir ya sea demasiado tarde.
O todos peludos o todos rabones, así deben ser todos bajo la ley.

--Bastó un evento del gobernador en el Centro Universitario de Información y Documentación para acabar con la especulación.
Recuerden que la semana pasada ocurrió un desaguisado en un encuentro académico en San Cristóbal.
Entonces se dijo que Roberto Domínguez Castellanos, rector de la UNICACH, había caído de la gracia.
No había por qué caer de la gracia, simplemente porque Domínguez Castellanos no tenía ni tiene culpa alguna.
Eso quedó más que claro en la inauguración del CUID de la UNICACH el fin de semana.
El trato del gobernador Manuel Velasco hacia el rector de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas fue más que afectiva.
No es para menos, pues Roberto Domínguez ha hecho un trabajo extraordinario al frente de esa universidad.
Tuvo la osadía y la visión de convertir una universidad chiquita en un referente en el nivel nacional e incluso internacional.
Eso, por supuesto, lo reconocen propios y extraños.
Y en el acto del fin de semana se se selló el reconocimiento y amistad del gober con el rector de la UNICACH.
Ahí nomás pa’ que no anden amarrando navajas.

--Con la novedad que una tal Nereyda Saldaña Gallegos, del sindicato del DIF municipal de Tuxtla, se está pasando de tueste.
Ya le gustó la mamazón y la gran vida que se ha dado desde que llegó a la dirigencia sindical.
No tiene llenadero y está necia que quiere que le den todo el presupuesto del DIF a su sindicato, es decir, a ella.
Nadita quiere.
No se conforma con lo que la autoridad, dentro de sus posibilidades, está en condiciones de aprobarle.
Quiere más y más y más.
Es el mismo cuento de muchos sindicatos que terminan por matar a la gallina de los huevos de oro.
Es cuando los sindicatos se vuelven dañinos por culpa de líderes, como la tal Nereyda, que es insaciable.
Pero la pedo, como dicen en Oxchuc, es no siempre los acuerdos y beneficios van para el trabajador.
En el caso de Nereyda hay gato encerrado.
Esta señora ha pretendido ocupar un cargo de elección popular a como dé lugar.
Para ello ha recurrido al chantaje y a la presión hasta de sus propios agremiados.
En años anteriores hizo lo que le vino en gana porque enfrente tenía a unos corruptos que le entraban a la repartición con singular alegría.
Esas condiciones de despilfarro, de irresponsabilidad y corrupción se han terminado y esta dama se niega a entenderlo.
La cuestión es que está cabrón hacer entrar en razón a alguien que en otros tiempos impuso su santa voluntad.
Una cosa es que los trabajadores tengan derechos laborales y otra muy distinta que esta señora se quiera pasar de lanza.
Puede que tope con pared y en lugar de beneficiar a los sindicalizados, los lleve al desfiladero.

--La auditoría superior de la federación detectó que en 2012 el gobierno de Sabines desvió más de 4 mil millones de pesos.
¿Dónde está ese dineral?
Ese es el misterio.
Puede que por ahí se destape el estercolero que dejó el gobierno pasado en la administración pública del estado.
Hasta ahora han corrido con suerte porque no se las ha llamado ni preguntado qué chingaos hicieron con el presupuesto.
¿Será posible tanta belleza que crucen el charco sin mancharse el plumaje?
Y conste que cuando se dice plumaje no es porque sean las divinas garzas, sino viles pájaros de cuentas.
La cosa es que ayer se publicó en medios nacionales lo del desfalco, a ver qué pasa ahora.
Lo único raro es que Chiapas aparezca en el segundo lugar luego de Veracruz.
¿Será que el gordo de Veracruz es más desordenado y bandido que Sabines?

--Van algunas preguntas ingenuas.
¿Cómo puede convocar a la unidad partidista (sea PRI, PRD o cualquiera) alguien que incita a la división?
¿Con qué calidad moral puede alguien hablar de lealtades y congruencia cuando encarna la diatriba y los golpes bajos?
¿Cómo alguien descalifica una candidatura de unidad de una figura de la historia nacional y se propone él, en lo local, como el unificador?
¿Puede llamarse reflexión al acarreo y al ensalzamiento propio?
¿Quién se creen fulanos de medio pelo para enlistarse como salvadores de su partido (ya sea PRI, PRD o cualquiera)?
¿De veras estos partidos tendrán la salvación en manos de pelafustanes que muestran el cobre a la menor oportunidad?
¿Es garantía la ingenuidad política, la ambición económica o la confusión ideológica, para conducir un partido?
¿Puede considerarse talento político pagar a agencias nacionales para defenestrar contra quien te ha tendido la mano?
¿Cómo puede alguien traicionar a su partido, trabajar contra su partido y salir con la jalada que es la mejor carta para dirigirlo?
¿Tienen necesidad los militantes (ya sea del PRI, PRD u otro) de soportar a semejantes especímenes?

--AVISO INOPORTUNO.
Se rentan “dignos” para cualquier ocasión: Desde un bautizo, un casorio, hasta un acarreo masivo. Informes con Aquiles, Lipe de Jesús y el Meme Treviño.