junio 25, 2012

Confines 25/Junio/2012

A ocho días
 
El próximo lunes habrá acabado la incertidumbre electoral y ya se tendrá la seguridad de quién será el próximo Presidente de México, quiénes serán los senadores por Chiapas, quiénes los diputados federales, quién será quien ocupe la gubernatura, quiénes serán los diputados locales y quiénes los presidentes municipales, con lo que muchos estarán celebrando y muchos andarán de capa caída, porque a una elección se va a ganar o a perder y eso lo deben saber y asimilar quienes han entrado al juego político.
Un día antes, el próximo domingo los chiapanecos irán a las urnas a votar como mejor les plazca, como mejor les convenga o como mejor les vaya incluso el mero día y a la mera hora de ir a sufragar, porque muchos, en su mayoría los menos informados, acuden aún sin tener su voto definido y a última hora o toman una decisión personal o alguien más interfiere con un discurso convincente o con dinero o despensas, para que vote por tal o cual partido o candidato, sesgando el principio democrático que debe regir.
En Chiapas está en juego la gubernatura y eso hace que la elección sea más interesante y competitiva, que los contendientes se metan más a fondo y que sus simpatizantes se entusiasmen de más y sientan que la vida se les va en esta disputa por el máximo cargo en el estado, cuyo proceso, debe reconocerse, se desarrolla en condiciones menos agresivas y sin asomo de violencia, como ocurrió en las dos últimas elecciones de gobernador, llegando incluso al atentado contra el candidato del PRI en el año 2000.
En ocho días, a estas horas, los chiapanecos sabrán de qué lado mascará la iguana y podrán visualizar un futuro político, social o personal a partir de si ganó su partido o candidato, o perdió en el caso contrario, y de ser así entender que el nuevo gobierno en los tres niveles, sea quien sea, está obligado a trabajar para todos y no partidizar en ningún momento las acciones oficiales, sin privilegiar a los que votaron para que ganara o castigar, marginar, perseguir o encarcelar a quienes no lo hicieron.
 
--Eduardo Ramírez Aguilar, candidato del PVEM a la diputación federal por el distrito de Comitán, no se anduvo por las ramas y llamó a las cosas por su nombre.
Acusó al presidente municipal de Tzimol, Martín Gordillo, de provocar divisionismo, de generar violencia y de lo que pueda suceder.
Es que en comunidades de Tzimol grupos armados y financiados por el irresponsable alcalde andan intimidando a la gente.
Es su forma de trabajar de este fulano, que como ya siente perdida la elección está recurriendo a lo que sea.
Martín Gordillo se ha distinguido por ser un traidor y convenenciero de lo más peor.
Cuando necesita de favores se arrastra y besa la mano, pero cuando ya consiguió su objetivo se vuelve altanero, como ahora con Ramírez Aguilar.
Aunado a las acciones de choque e intimidación, lo que más agravia a los del Verde Ecologista es su lengua, su soberbia.
Dice Martín Gordillo que en Tzimol el Verde no trae nada y por mucho que Manuel Velasco vaya a ser gobernador, él manda en su pueblo.
Dice además que podrá traer mucha popularidad el Verde en el estado, pero en Tzimol no hay nadie más popular que él.
Se burla y dice que le van a hacer los mandados, que le van a pelar los dientes y que se la van a pellizcar.
Ha llegado hasta el grado de decir que le va a enseñar a hacer política a ese muchachito del Verde que compite para la gubernatura.
Claro, eso ya calienta.
Por eso tiene razón Eduardo Ramírez Aguilar en ponerle nombre y apellido al responsable de lo que pueda pasar.
No es posible tanta irresponsabilidad y arrogancia de un pinchurriento presidentito municipal.
De por sí en Tzimol se vive la incertidumbre por el arrebato de Martín Gordillo del banco de arena del pueblo.
Atendiendo sus intereses, le quitó el banco a una sociedad de camioneros y la sangre estuvo a punto de llegar al río.
Ahora, con esta fanfarria de sentirse muy superior y desafiar a quienes compiten por la gubernatura o diputación federal, es demasiado.
Y no es menor el problema porque ya habido una víctima inocente de la violencia generada por el alcalde Martín Gordillo.
Eduardo Ramírez lo comentó en su denuncia enérgica contra este alcalde inepto.
“Ustedes ya fueron testigos de cómo atropellaron a un niño y también de que chocaron el vehículo de una de sus vecinas de La Mesilla”.
Arremetió contra Martín Gordillo, porque un buen gobernante es aquel que vela por su gente, no el que engendra temor y miedo.
Y remató:
“Por eso vuelvo a repetir, si algo malo llega a suceder el único responsable es el presidente de Tzimol”.
 
--Otro que no entiende razones y trae una cola más larga que un quetzal es Silver Corzo León, alcalde de Coita.
Anda decidido a hacer ganar a su candidato del PRI y dice que lo va a lograr a costa de lo que sea y lo que cueste.
Que por dinero no para.
Y ha de ser porque si algo ha aprendido a hacer Silver Corzo este año y medio en el ayuntamiento es meterle el diente al presupuesto.
Nomás para que se dé una idea, pagó 14 millones de pesos en láminas de zinc para comprar votos para el candidato del PRI.
Obviamente, siendo como es no da paso sin huarache.
Por cada lámina obtuvo una ganancia de un sobreprecio de 95 pesos.
Es decir, en total obtuvo una ganancia de 5 millones de pesos, más el diezmo del precio global de 14 millones de pesos.
Todo ese dinero salió del FISM, del Ramo 33.
También compró con dinero del ayuntamiento pollitos de cuatro semanas a 19.50 cada uno.
El total de esta compra fue de 927 mil 527 pesos 50 centavos, mucho más de lo que en realidad cuestan esos pollitos de cuatro semanas.
El precio real de pollitos de cuatro semanas es de 12 o 13 pesos ya caros y él los facturó a 19.50 pesos.
Otro negocio que hizo fue con la compra de mil 370 paquetes tecnológicos que pagó a mil 941 pesos.
En este rubro el ayuntamiento erogó 2 millones 750 mil pesos, cuando en realidad el precio es mucho menor.
Ya con su diezmo y sus ganancias por el sobreprecio de las láminas, los pollitos y paquetes tecnológicos, anda como Santaclós comprando votos.
Valiéndole una pura y dos con sal lo que digan las leyes electorales, Silver Corzo anda dando láminas a cambio de votos.
Lo mismo da pollitos y paquetes tecnológicos, incluso borregos y ganado con tal que su candidato gane la elección.
Pero por más dinero del ayuntamiento que destine para apoyar a su candidato, lo que la gente ya no quiere es saber de él.
Obviamente la gente recibe los apoyos, pero es una especie de venganza contra Silver y cobro de facturas a su candidato.
 
--Neta que los coitecos están salados.
Si por el lado de Silver tienen a un gran bandido, por el lado del candidato del PAN a la alcaldía la cosa está peor.
Luis Segundo Mandujano, más conocido como La Palangana, es un pablista de hueso colorado.
Y la amistad viene porque compartían el gusto por jugar Basquetbol.
En la reconstrucción de la zona devastada por el Stan fue beneficiario con millonarios contratos.
Es decir, es parte del descomunal fraude de la reconstrucción por el Stan.
Y ahora, como si nada, anda poniendo su carota en Coita como si fuera una blanca paloma.
Con su cara angelical pide a los coitecos que le den su confianza y voto, pero lo rechazan porque eso de “cara angelical” no se lo cree nadie.
Tan no se lo tragan que la gente cuando lo mira que anda haciendo campaña de casa en casa, cierran sus puertas.
Los hombres se meten al ropero, las mujeres se esconden abajo del fogón y los niños se orinan debajo de la cama.
Es que, neta, a los niños les preguntan ¿a quién le tienen más miedo, a la mano peluda, a la cocha enfrenada o a la palangana?
No hay que ser muy audaz para saber que quien más temor provoca es La Palangana.
Ichi.
 
--El PAN recuperará, sin mucho problema, la presidencia municipal de Chiapa de Corzo.
El candidato panista es un joven entusiasta, preparado y con muchas ganas de trabajar por el desarrollo de ca’Chiapa.
Roberto Joaquín Montero, abanderado del PAN, es la mejor opción para encauzar a Chiapa en los próximos tres años.
Ya estuvo bueno que a este municipio tan emblemático se le haya llevado de la desolación a la desilusión.
Es tiempo que se vislumbre un destino distinto y eso podrá ser posible de la mano de Roberto Joaquín Montero.
Eso lo saben panistas convencidos, priístas ninguneados, perredistas traicionados y ecologistas esperanzados que le van a dar su voto.
 
--El que no las trae todas consigo es el candidato del PRI en Tapachula, Samuel Chacón.
Un día lo acusan de andar comprando votos y otro día lo acusan de haber vendido un deportivo público a un particular.
¿Y con todos esos antecedentes anda pidiendo que voten por él?, es lo que se pregunta la gente.
Lo que no tiene es vergüenza ni memoria o de plano quiere tomarles el pelo.
Lo más seguro es que sea un desvergonzado que piensa que la gente se va a tragar sus mentiras.
 
--AVISO INOPORTUNO.
La hora cuchi cuchi se acerca.

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