junio 14, 2007

Confines, 14/junio/2007

Tendencia joseanista

La interminable lista de aspirantes a una candidatura del PRI a la diputación o presidencia municipal está plagada de nombres de ilustres joseanistas que van más en busca de venganza que de aportar algo al desarrollo político, a la democracia chiapaneca o al esfuerzo institucional de sacar adelante al estado. Hay una marcada tendencia del PRI por mantener vigente la corriente que el 20 de agosto resultó vergonzosamente derrotada.
De entrada no se entiende cómo los perdedores de hace unos meses quieran ahora erigirse en ganadores. Como si todo fuera por arte de magia, de un día para otro. Es imposible. Peor aun, traen la etiqueta de pertenecer a un grupo que pretendía apoderarse del gobierno chiapaneco para iniciar la peor cacería de brujas, abastecer egolatrías y saciar ambiciones particulares de poder y dinero. ¿Sirve eso para congraciarse con los electores?
Basta un repaso ligero para percatarse de los perfiles de los precandidatos. El chol Alfredo Cruz Guzmán, Bayardo Robles, Blas Zamora, Francisco Figueroa Niño, el chimbo García Cáceres, Pedro Sancristóbal, Roberto Aquiles Aguilar, Víctor Hugo Ruiz Guillén, Juan Carlos Gordillo, Hiram Herrera, Héctor Leonel Paniagua y un montó más que están en su derecho de participar, pero traen el sello de la casa hundida.
El verdadero reto del PRI es en primer lugar librarse de personeros del mal y después prepararse para enfrentar las elecciones constitucionales con candidatos que propongan y representan una verdadera opción política para los chiapanecos. Porque tal parece que la cacaraqueada encuesta únicamente sirvió de filtro contra los priístas que no tuvieron nada que ver con José Antonio Aguilar Bodegas, para quitarlos del camino en un dos por tres y sin panchos.


--No cabe duda que la polaca chiapaneca es como la casa del jabonero, donde el que no cae, resbala.
Eso justamente está ocurriendo en la Tremenda Corte donde los que se sentían los inamovibles andan todos asustados.
No saben pa’ dónde jalar ni a quién particularmente hacerle la barba.
En la feria de adivinanzas, el director del Instituto de Estudios de la Tremenda Corte, Didier Villagómez, ya hasta llevó regalo.
Quiere quedar bien con quien en otro tiempo, al amparo de la protección del Tremendo Juez, se portó ojete.
Que recuerde cuando la persona a la que ahora lisonjea presentó examen para juez e hizo hasta lo imposible para reprobarla.
Otro que debe andarse con tiento es Antonio Pérez Juárez, de recursos humanos, que daba santo y seña al Tremendo Juez.
Era el que reportaba los pasos de quien ahora se le tiran al piso nomás por el rumor que suplirá al Tremendo Juez.
De la misma estructura del poder judicial a quien no deben de perderle la vista es a la rata Montesinos.
Como sucesor del vampiro Domínguez ha hecho y deshecho en la oficialía mayor.
Con decir que para él todos los meses de año han sido agosto.
Ha contado con la eficaz y lambiscona ayuda de Charly Colmenares que no sabe dónde poner a su jefecito.
Han hecho el uno-dos con los vales de gasolina, donde hasta los carros que ni motor tienen gastan gasolina.
Pero a pesar de todo, los muy cínicos todavía tienen esperanzas de salvar el pellejo.

--Un gran éxito ha resultado la campaña de canje de armas a cambio de enseres domésticos y despensas.
El diputado Pancho Pistolas entró en razón y entregó todas las armas y recibió de cambalache un kilo de chile.
La mayonesa Clemente hizo entrega de una pistolita de agua.
Mincho Marín, primo de la güera Marín y matón (pero de cólico) de Many de la T, entregó el armamento heredado por el duende.
El notario Joaquín Armendáriz Zea entregó la recortada que siempre carga.
El niño Leonardo León Alcázar depuso las armas y canjeó su resortera por una regiduría en Tuxtla.
El que quiso entregar su arma y no se la recibieron fue al arquitecto Edgar Rosales, de San Cristóbal.
Esta pinchi pistola de salva no vale por nada, le dijeron.
Otra que acudió puntual a canjear su carabina 30-30 y vestida de Adelita fue la directora de Acción Cívica del estado.
La profe Marta Díaz Carrión se deshizo del viejo rifle que le había regalado su amigo Pancho Villa.
Uta, no cabe duda que esta campaña de despistolización va a toda máuser, recopilando hasta reliquias de la Revolución.

--Si de por sí el secretario de Gobierno se las ve negras para aparecer en la foto, su secretario particular lo embarra más.
Tulio Hernández Trinidad es un pobre fulano que piensa que por el cargo ya tiene derecho sobre las mujeres de su oficina.
Todo el tiempo anda como burro en primavera.
Se siente galán irresistible, un biscocho, un muñeco de aparador.
Bien haría el doctor Messner en echarse un clavado en su secretaría particular para ver cómo andan las cosas.
No es justo que mientras él se esfuerza en hacer su chamba, el particular ande de cola caliente.

--Es más que evidente la transformación de la capital de Chiapas a partir de la presente administración municipal.
Juan Sabines llegó a la alcaldía a tambor batiente y arrancó con la modernización de Tuxtla.
Chachita Pariente ha seguido con la tarea encomendada y lo ha hecho estupendamente.
Hay más y mejores fuentes de empleo y múltiples empresas nacionales e internacionales se han instalado en la capital.
Se ha abierto nuevos espacios para beneficio de la sociedad, como la Clínica de la Mujer y el Consultorio del Pueblo.
En la Clínica de la Mujer se ha atendido a pacientes con cáncer de mama, cervicouterino y consultas en general.
Es un espacio de atención digna a las mujeres pobres de Tuxtla Gutiérrez.
Parece un hecho cotidiano, sin importancia, pero se trata de un elemento sustancial para la vida de la mujer.
Detectar a tiempo los tipos de cáncer es un hecho que confirma el compromiso del ayuntamiento con las mujeres.

--De veras que da gusto encontrarse en el campo del periodismo con compañeros que son ejemplo de audacia.
José Ángel Gómez, más conocido como el chamuco, es un talento del periodismo chiapaneco.
Es un reportero que no necesita de premios ni de mamaditas de esas para destacar en su trabajo.
A diario nos sorprende con sus reportes de televisión en el Canal 10 del gobierno del estado.
Es un reportero urbano que está en el lugar de los hechos, poniendo en los ojos de la gente la realidad cotidiana.
Sin maquillajes, sin payasadas, con inteligencia e intrepidez el chamuco ofrece la noticia.
Gracias a los ojos del chamuco las autoridades descubren todos los días sus propias fallas.
Es cuando el periodismo se convierte en instrumento no sólo de información, sino para la toma de decisiones.
Vale un reconocimiento para los directivos de Canal 10 por tener entre sus filas a un reportero del calibre del chamuco.
Ojalá hubiera más periodistas como José Ángel Gómez que con su camarógrafo, la Marimar, hace un excelente trabajo.

--Lea la columna Confines en www.jjbalcazar.blogspot.com y escriba al confinero a jjbalcazar@hotmail.com

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